Una burgalesa halla a su verdadera madre pero el fiscal archiva el caso

I. Elices / Burgos
-

La investigación policial da con la progenitora de Marta en Ourense. Localizan a una hermanastra que está dispuesta a hacerse la prueba de ADN para certificar su origen

Integrantes de la asociación Anadir, el pasado mes, al registrar varias denuncias en los juzgados. - Foto: DB/Jesús J. Matías

El proceso que inició a los 18 años -ahora tiene 45- para conocer sus verdaderos orígenes  ha dado sus frutos aunque, legalmente, no ha culminado como ella quería. Las investigaciones policiales iniciadas hace un año para hallar a sus padres tras presentar la denuncia a través de Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) han dado prácticamente al 100% con su madre, que vive en Ourense. Y además han localizado a una hermanastra -hija de esa misma mujer- que vive en Canarias y está dispuesta a realizar la prueba del ADN para confirmar su parentesco. Sin embargo, la Fiscalía de Burgos ha archivado el caso.  

El Ministerio Público considera que la adopción de Marta (nombre simulado, prefiere mantener el anonimato) fue consentida por la madre y no queda probado que hubiera contraprestación económica. Se trató, sí, de una adopción irregular, pero no hubo delito, sostiene la Fiscalía. Aventura que sí pudo constituir una infracción penal la falsificación de su partida de nacimiento -firmada presuntamente por un epidemiólogo burgalés, amigo de sus padres adoptivos-, pero ya habría prescrito.

Así que el resultado de las pesquisas deja un sabor agridulce en Marta. Por un lado, está satisfecha porque sabe casi al 100% quién es su verdadera madre. Pero por otra no está contenta con el sobreseimiento del caso, pues su versión -la que le contaron cuando era adolescente- es que la recogieron en el Hospital Provincial de Ourense tras pagar 150.000 pesetas con varios religiosos como intermediarios.

Los investigadores burgaleses de la Policía Nacional que se han desplazado durante los últimos meses hasta Galicia para llevar a cabo distintas pesquisas se entrevistaron con familiares del capellán del Hospital Provincial de Ourense que supuestamente ‘gestionaba’ esas adopciones cuando menos irregulares. Pero ninguno de ellos aportó información sobre los acuerdos de tipo pecuniario que pactaba con las parturientas.

Para encontrar a la madre de Marta contaban con el año de nacimiento, 1967, y el mes, marzo. Y también conocían el centro sanitario ourensano donde tuvo lugar el parto. Durante esas fechas, según los registros, fueron ingresadas una veintena de mujeres. Los inspectores fueron descartando posibilidades hasta quedarse con cinco, que finalmente fueron dos.  Algunas de ellas no habían dado a luz, otras parieron varones y otras simplemente no dieron en adopción a sus hijos. Y de esas dos últimas, queda prácticamente descartada una. La otra, la que supuestamente es su madre, la tuvo con 19 años y tuvo cinco hijos de cinco relaciones distintas.

Al archivar el caso la Fiscalía, ningún familiar está obligado a practicarse la prueba de ADN para compararlo con el de Marta, pero su supuesta hermanastra de Canarias está dispuesta a hacerlo voluntariamente. Marta no descarta pagarlo de su bolsillo a fin de estar segura de su verdadero origen.