El lujo que supone contar con un yacimiento romano de 130 hectáreas de extensión también supone un desembolso para las arcas públicas que va más allá de las campañas de excavación. De hecho, la cantidad de material que ya se ha extraído de los espacios descubiertos está dando a los investigadores trabajo para varios años. Desde el año 2012 no se ha ampliado la zona excavada, aunque sí que se han realizado labores de arqueología de gestión, como la denominan los expertos, que es la que controla lo que se pueda encontrar en cualquier movimiento de tierras, documentar los restos y el material estratigráfico y valorar su relevancia.
Con todo y con eso, las cifras de inversión realizada en Clunia en los últimos cinco años supera los 1,8 millones de euros, en los que las partidas más importantes son las relativas a la celebración del Festival de Verano, que ha sumado 700.000 euros desde 2014, y el propio mantenimiento de todas las instalaciones, que supera los 280.000 euros, seguido de los 150.500 euros destinados a la investigación. A estas partidas se suman las de investigación en Cueva Román, la restauración de la diosa Fortuna, el Festival Juvenil de Teatro Grecolatino y los costes de la instalación eléctrica que se está reformando en la residencia de los investigadores junco con la redacción del proyecto de un nuevo transformador necesario para aumentar el voltaje que precisa el yacimiento de cara a la ampliación de sus instalaciones.
Una ampliación que incluye la construcción del nuevo edificio de recepción de visitantes, para el que se ha calculado una inversión de 2,4 millones de euros y que será el gran proyecto para los próximos años. En el listado de partidas queda por incluir las obras de restauración del postescenio, es decir, la zona que se sitúa en la parte posterior del escenario donde, como anécdota, entre los vestigios de columnas y cornisas encontradas se localizaron los pedazos que han facilitado la reconstrucción de la diosa Fortuna. Estas obras cuentan con una partida de medio millón de euros y van a dotar al teatro de Clunia de mejoras destacadas.
«Lo que se va a hacer es cerrar esa gran habitación de 50 metros de largo, acondicionarla para que pueda usarse de cara a las actuaciones y además se va a convertir en un almacén para las piezas que se han recuperado en el propio teatro», resume Rosa Cuesta, nueva coordinadora del yacimiento, que insiste en que el teatro volverá a ser lo que fue en la mejor etapa de Clunia, pasando el escenario de 18 a 36 metros de largo, marcando el límite de la escena con los muros que aún se conservan y recuperando las salidas a las tablas que usaban ya en su tiempo los romanos.