El narcosubmarino interceptado el pasado sábado a escasas millas de la playa de Hío, en el municipio pontevedrés de Cangas do Morrazo, portaba tres toneladas de cocaína, a expensas del pesaje definitivo, informaron fuentes de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria.

La droga incautada en este semisumergible, el primero que se ha interceptado en Europa, estaba repartida en 152 fardos, ha confirmado el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, quien ha descartado que los tripulantes del sumergible se deshicieran de parte del cargamento antes de hundirlo.

El submarino, desde el que los narcotraficantes pretendían traspasar la droga a otra embarcación, fue reflotado la pasada madrugada en el puerto de Aldán (Cangas) tras pasar por varias vicisitudes.

Allí, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, acompañado de mandos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y de fuerzas de seguridad de Portugal, ha indicado que la investigación "no descarta" ninguna hipótesis sobre cuál fue el recorrido del sumergible.

Una de ellas es que cruzara el Atlántico y otra, que fuera botado en un punto más cercano a las costas portuguesa o española.

De todos modos, ha destacado que el artefacto disponía de "suficiente capacidad de suministro de combustible para navegar", pero en todo caso ha aguardado al análisis forense que las fuerzas de seguridad harán una vez sea trasladado a la Escuela Naval de Marín.

En la operación, coordinada por la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, han sido detenidas dos de las tres personas que viajaban en el submarino, ambas de nacionalidad ecuatoriana, que ya han ingresado en prisión provisional.

Las autoridades buscan a una tercera persona que huyó tras el naufragio del narcosubmarino y que, por ahora, se encuentra en paradero desconocido.

Preguntado por el particular, el delegado del Gobierno en Galicia se ha limitado a comentar que "no es ecuatoriano", sin aportar más detalles.

Las investigaciones, en las que han colaborado agentes de Portugal, Estados Unidos y Brasil, comenzaron cuando el Centro de Análisis y Operaciones en materia de Narcotráfico (MAOC) alertó al Centro contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) de que la nave se dirigiría a España por el Atlántico cargada de cocaína.

Desde ese momento se desplegó un dispositivo de detección medios aeronavales de A Coruña y Pontevedra y se reforzó la presencia policial en toda la zona de costa para detectar la presencia del submarino en el que transportaban la droga.

La situación de temporal en el mar no permitió al semisumergible entregar la droga a una segunda embarcación y obligó a sus tripulantes a desplazarlo hasta la costa, donde los detenidos provocaron su hundimiento y lo abandonaron.

Esta maniobra fue detectada por una patrulla de la Guardia Civil con medios de visión nocturna, que localizó el lugar de llegada de la nave y detectó la posterior huida de sus tripulantes.

En ese momento, se detuvo a una persona que apareció equipada con traje de neopreno y a las 9 de la mañana del domingo se consiguió detener al segundo narcotraficante, mientras que el tercero logró huir de las autoridades.

La investigación continúa abierta para poder determinar tanto el origen de la droga como la organización que iba a recibir la droga en España, según confirma la Guardia Civil.

Tampoco Javier Losada ha aportado información al respecto al remitirse al secreto de las actuaciones.

Aunque el uso de submarinos es muy habitual en América, señalan desde el instituto armado, se trata de la primera vez que se detecta este sistema de transporte de droga en Europa.

Se trata de un artefacto artesanal, fabricado con fibra, con capacidad y autonomía para transportar entre tres y cinco toneladas de cocaína.

El delegado del Gobierno en Galicia se ha felicitado por esta operación, que ha calificado de "histórica" y que ha augurado que "va a marcar un antes y un después" porque con ella "se abre una nueva hipótesis de trabajo", la del transporte de droga en submarino hasta las costas europeas.