Amasar una vida

P.C.P.
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La alemana Bärbel Baudiß transforma un antiguo pajar en el horno que permitirá a los vecinos de Urrez y Burgos volver a comer pan hecho en la comarca, tras el cierre de la cooperativa La Artesa de Villasur, donde trabajó

El antiguo pajar que está rehabilitando ella sola. - Foto: Jesús J. Matí­as

En la vida de Bärbel, esforzar y amasar se conjugan al unísono. «Hacer pan es mi pasión», confiesa en un castellano que aún se resiste a brotar fluido, más en parte por la timidez natural de la interlocutora que por falta de práctica. Empezó en su Alemania natal, siguió en Villasur de Herreros y no se resiste a no intentarlo por tercera vez en Urrez, el pueblo que eligió para llevar una vida rural en el exacto y estricto sentido de la palabra, no para usar el pueblo como dormitorio o para el postureo de red social. 

De ahí que en AlPanPan, como ha bautizado el proyecto, confluyan sus dos intereses vitales. «Se junta mi interés por vivir en el pueblo con un trabajo de pueblo y la pasión por un pan ecológico y de calidad», el único que sabe elaborar y a cuyo ritmo se desarrolla también su existencia. 

Bärbel se estableció en esta bella localidad, entre Arlanzón y Villasur de Herreros, con su dos hijos hace más de 3 años. Y se niega a dejarse arrastrar por la inercia de la despoblación. «Me resisto a no poder encontrar la manera de contribuir, junto a mis dos hijos, a crear en el pueblo una comunidad capaz de fermentar nuevas formas de vida en esta zona despoblada».

«Hace ya muchos años me inicié en la elaboración artesanal de pan, con masa madre cultivada con mimo, dejando que de la mezcla de harina y agua vaya naciendo una comunidad de microorganismos bien avenidos que sean capaces de fermentar un pan sabroso, nutritivo y digestivo. Un pan de verdad, un pan, pan», explica en la exposición de motivos del crowdfunding que ha lanzado de la mano de la Fundación Triodos y gracias a la que ya ha conseguido que más de 30 personas confieran soporte económico a su proyecto.

Como con el pan, con todo. Bärbel Baudiß construye poco a poco su horno, en un antiguo pajar que pronto se transformará en obrador con almacén y baño.Aunque anda un poco «justo de superficie», reconoce, por el momento solo utilizará la planta de abajo. «¿Cuánto voy a tardar? Buena pregunta.Si llego a final de año para la apertura, estaré contenta», explica. Con los consejos de unos vecinos que son albañiles profesionales, asume ella toda la reforma salvo la fontanería y la electricidad, con sus propias manos. «Si tienes ilusión por algo, debes esforzarte», apostilla. Comenzó en abril y como pensaba que la obra -que financia con un préstamo personal- iría un poco más rápido, lanzó la campaña de micromecenazgo en pleno verano para tener lista la financiación del equipamiento, 10.000 euros en total:«7.000 para comprar un horno de piedra refractario, 2.000 para la amasadora y 1.000 para la mesa de trabajo, estanterías, calentador, fregadero y nevera», explica.

Bärbel trabaja en la tienda del pueblo,La Despensa de Urrez, y antes estuvo 4 años en La Artesa de Villasur de Herreros. De esa experiencia se queda con todo lo positivo que le dio un oficio en el que no hay un día igual a otro. «La masa siempre es distinta», apunta, para añadir que enBurgos hay un sector interesado en consumir pan y repostería ecológicos que haría su obrador viable económicamente.

En su colecta virtual (aportaciones en https://crowdfunding.fundaciontriodos.es/al-panpan/2979), amén de la desgravación fiscal que puede llegar al 80% de la cantidad aportada, ofrece recompensas tan golosas como un pan de chocolate con receta, un curso sobre el uso de masa madre, una excursión guiada por los campos de Urrez o descuento en los primeros pedidos que salgan del obrador AlPanPan.