El desarrollo del polígono de Ircio y la evolución de la Terminal de Contenedores Miranda (TCM) evidencian la necesidad de mejorar las infraestructuras con un punto principal como es la carretera Logroño, donde el Ayuntamiento ha pedido la construcción de un tercer carril. Un aspecto que ya se ha puesto sobre la mesa aunque tras la llegada de SEUR el concejal de Promoción Económica, Miguel Ángel Adrián, volvió a manifestar que desde la administración local se espera que esta mejora se incluya dentro de las cuentas regionales para el 2019.

«Hace tiempo ya que se está valorando la posibilidad del tercer carril», resalta el responsable municipal, puesto que las previsiones que hay es que los dos trenes semanales de 750 metros de longitud que salen de la plataforma logística a la carretera Logroño aumenten a corto plazo por lo que Adrián defiende que «la Junta de Castilla y León debe prever en sus presupuestos la ampliación que va a ser importante».

Desde la Oficina de Desarrollo Económico Miranda Empresas se asume que el tráfico en esta salida de la ciudad irá en aumento como una consecuencia lógica del desarrollo de la Terminal de Contenedores, sobre todo porque SEUR ha visto con buenos ojos esta apuesta que finalmente se desarrolló a a través de la iniciativa privada. No obstante, el gerente de Miranda Empresas, Roberto Martínez de Salinas, detalla que hacer una valoración de la intensidad media diaria que soportará la carretera Logroño es muy complicado, puesto que entre otros aspectos, faltarían datos ya que al margen de SEUR hay otras firmas que se implantarán en Ircio con opciones de usar la TCM.

En la línea de desarrollo del polígono hay que tener en cuenta que al margen del tráfico pesado vinculado a las mercancías, también habrá más vehículos de particulares ya que el tejido empresarial aumentará y con él los trabajadores. 

Más allá del tercer carril, Adrián confesó que SEUR vio como «importante» la obra de conexión de la carretera Logroño con la vía que une Vitoria y Logroño, junto al peaje de la AP-68 fuera de la ciudad. De esta manera se facilitará la entrada y salida de las mercancías que lleguen a la planta de SEUR a través de ese corredor. «Va a facilitar muchísimo el tráfico y la seguridad», explica Adrián que añade que salvo el uso que pueda haber entre SEUR y la TCM el tráfico vinculado directamente a estas dos empresas «no nos va a afectar a lo que es el tráfico ordinario interno porque se puede hacer sin entrar en el núcleo urbano».

A la espera. La petición del tercer carril es algo que se reitera por parte de los responsables socialistas. En este sentido, el concejal de Promoción Económica no ha sido el único, puesto que también lo ha hecho la alcaldesa o desde sindicatos como Comisiones Obreras. Para sumar una voz más, la procuradora socialista en las Cortes regionales, Virginia Jiménez, destaca que a pesar de que los presupuestos están en una vía muerta, asume que esta será una de las peticiones de su grupo.

Al margen de la necesidad que se pueda apreciar, Jiménez destaca que la propia Junta se ha ahorrado una inversión que podía llegar a los seis millones de euros, ya que tras la iniciativa privada de JSV Logistic que cristalizó en la TCM la opción de una conexión ferroviaria financiada por dinero público se desechó. «Es una cantidad que hay que invertir», repara la procuradora mirandesa sobre el gasto que se había previsto por la administración regional, por lo que pidió que se destine al tercer carril.

Junto a esta demanda, novedosa para 2019, Jiménez recuerda que desde el grupo socialista se estará atento para que se incluyan otras inversiones «históricas» como la construcción del nuevo centro de salud o encontrar una solución para el Hangar de las Artes.

No obstante, Jiménez repara en que para saber si la petición mirandesa se recoge habrá que esperar, puesto que la intención de los responsables de la Junta es apurar para saber si habrá presupuesto en Madrid para hacer el de Castilla y León. Una situación que Jiménez no entiende puesto que hará que las cuentas se tengan que hacer en febrero y marzo, puesto que enero es inhábil y las Cortes se tienen que disolver a finales de marzo por las elecciones autónomicas.