El hartazgo en el ámbito de justicia es generalizado. A pesar de existir aspectos comunes de reivindicación, cada colectivo arrima el ascua a su sardina y reclama algo específico para mejorar su situación laboral. Un buen ejemplo de ello son las deficiencias ocasionadas por el expediente digital y la plataforma Lexnet, que sufren especialmente los procuradores. Los problemas de espacio en el sistema y las continuas caídas provocan, según denuncian desde el Colegio Profesional, diversos problemas de salud.
«Los procuradores estamos sufriendo», se queja el decano, Elías Gutiérrez, quien asemeja los niveles de estrés que sufre el colectivo a los de un corredor de bolsa. La incertidumbre a la hora de presentar un escrito derivada de las continuas caídas de la plataforma electrónica se presenta en los trabajadores en forma de problemas como ansiedad, taquicardia o infartos.
En lo que va de 2019, el sistema Lexnet se ha caído cinco veces, tres de ellas en el mes de marzo, y el Centro de Atención al Usuario ha programado otras cuatro para poder realizar labores de mantenimiento. Esta situación no solo provoca que los procuradores estén largos ratos sin poder trabajar, sino que, en ocasiones, los cortes se producen en horas punta, lo que echa por tierra la labor realizada a lo largo del día. «No podemos estar a expensas del funcionamiento de la plataforma y con tensión por si se cae. No es sano», incide Gutiérrez.
Hay que recordar que el objetivo del Ministerio de Justicia a la hora de poner en marcha el expediente digital era el ‘Papel 0’, una iniciativa que, no obstante, está muy lejos de lograrse a corto plazo. Y es que, si un procurador quiere subir a la plataforma un documento de más de 15 megas de tamaño, debe utilizar un CD y comunicarlo con un escrito.
«El objetivo ‘Papel 0’ no es eficaz», opina el decano del Colegio de Procuradores al tiempo que añade que «se le ha criminalizado». En este sentido, cree que el sistema podría ser más eficaz si se digitalizara menos: «La transición tiene que ser más pausada y no tan radical».
A este respecto, Elías Gutiérrez recuerda que hace 15 años, por ejemplo, un procurador tardaba dos semanas en llevar a cabo un divorcio de mutuo acuerdo, mientras que en la actualidad la media son de unos 6 meses. «Es todo mucho menos ágil», zanja. Por otro lado, denuncia un «abandono» del Ministerio en cuanto a la Oficina Judicial. A su parecer, la iniciativa, que promovía un mayor dinamismo, ha impedido el movimiento de los funcionarios dentro del sistema: «Hay sitios donde sobran y otros donde faltan».
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