La fuerte demanda reduce el stock de vivienda por octavo año

H.J.
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Los inmuebles tanto nuevos como usados, que están en el mercado pero ni se venden ni se alquilan, se han reducido un 33% desde su máximo alcanzado en el año 2013. Actualmente quedan poco más de 7.000 pisos y casas libres en la provincia

La fuerte demanda reduce el stock de vivienda por octavo año - Foto: Luis López Araico

La buena marcha del mercado de la vivienda a lo largo de los últimos años, desde la salida de la anterior crisis económica, ha permitido reducir la vivienda que estaba sin vender o sin alquilar en la provincia de Burgos en más de un tercio a lo largo de los últimos ocho años.

La reducción del stock culminará en este 2021 con el octavo ejercicio consecutivo, a la espera de ver qué ocurre con la evolución post pandemia, pues las previsiones apuntan a un cambio de tendencia. Pero por el momento el stock sigue en proceso de eliminación.

Así lo recogen las estimaciones de la consultora inmobiliaria Rodríguez de Acuña, a fecha diciembre de 2020. Según sus datos, en 2021 quedarán 7.061 viviendas tanto nuevas como usadas que están en el mercado en el conjunto de la provincia de Burgos pero que ni logran venderse ni alquilar. Se trata de la cifra más baja de los últimos 13 años (sus informes parten de 2009) tras ocho descensos anuales consecutivos.

El stock alcanzó su pico máximo en 2013 con 10.651 y desde entonces la demanda sostenida ha logrado eliminar 3.590 pisos y casas de la oferta, un 33,7% menos. Se trata de una evolución similar a la del conjunto de Castilla y León, donde también se alcanzó el máximo en 2013. En aquel entonces había más de 78.300 viviendas en stock en toda la comunidad autónoma y ahora serían casi 51.400, un 34,4% inferior.

El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios, Gonzalo López Recio, coincide con la tendencia que apunta esta estadística y subraya, pensando en la capital burgalesa: «Estamos muy satisfechos de cómo está reaccionando el mercado. Aunque hay muchísima oferta de vivienda y hay un buen ritmo de construcción de obra nueva, con un gran número de promociones en barrios como el S-3 o el S-4 y en el entorno de Cellophane, el sector está firme».

sorpresa favorable. Admite que hace un año, cuando estalló la crisis de la covid e incluso la construcción tuvo que parar durante la Semana Santa, «no pensábamos que a día de hoy seguiríamos en un momento favorable» y apunta como explicación que «la gente sigue buscando la vivienda como valor refugio y como inversión para quienes han podido mantener sus ingresos y su puesto de trabajo».

 

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