Los vendedores del mercadillo quieren irse al Empecinado

R.E. MAESTRO
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El Ayuntamiento prohibió la celebración de la tradicional feria dominical en la plaza de España por incumplir las medidas de seguridad y ahora el objetivo de los anticuarios pasa por trasladarse en busca de un espacio más amplio

Los vendedores del mercadillo quieren irse al Empecinado - Foto: Christian Castrillo

Tras la decisión del Ayuntamiento de suspender «temporalmente y de forma excepcional» el mercadillo de antigüedades que se celebraba todos los domingos en la plaza de España, una veintena de vendedores se dieron cita ayer con el fin de proponer soluciones y poder volver a la actividad lo antes posible. Su intención es reunirse esta semana con la concejala delegada de comercio, Dolores Ovejero, para proponer el Paseo del Empecinado como nueva ubicación, ya que en la habitual resulta «inviable».

La decisión de los comerciantes atiende básicamente al poco espacio disponible en el lugar donde se desarrollaba hasta ahora. Los puestos tenían que estar demasiado cerca y resultaba imposible mantener las distancias de seguridad. Y por otra parte, también se ha tenido en cuenta que próximamente habrá obras en esa zona. Confían en que se les dé permiso para situarse en el Empecinado puesto que «ya acoge una feria similar todos los viernes y permitiría más aforo, más espacio, aparcamiento y además en un lugar céntrico», tal y como desarrolla el anticuario José Ramón Hernández, que espera llegar a un acuerdo con la concejala debido a que «tiene voluntad de que esto no se cierre».

Dan por hecho que esta semana tampoco sacarán sus objetos a la venta y prefieren no marcarse una fecha de regreso, aunque confían en que dentro de 15 días se haya resuelto la situación. «A la gente le gusta el mercadillo e incluso vienen personas de fuera expresamente aquí por esto, desde Santander, de Logroño y hasta de Madrid...», expresa Pili Gil, que tiene un puesto en el que se pueden adquirir monedas y billetes (numismática) y desea que pronto se encuentre una solución.

Ayer era el primer domingo que no había mercadillo después de que la Policía Local emitiera varios informes detallando «incumplimientos de medidas de seguridad y distanciamiento por parte de los vendedores y clientes que asisten». Todo ello a pesar de que se el número de puestos se habían reducido para respetar las normas más fácilmente, pero considerado insuficiente ante el avance de la covid-19 y el aumento de contagios en la ciudad.

Hernández cree que se les ha culpado a todos de incumplir las normas cuando debería ser el Ayuntamiento el responsable de decir quién lo hace bien y quién mal. Para ello considera que la Policía Local tiene que controlar «desde que arranca el mercadillo hasta que acaba, no dos horas y luego cada uno hace lo que quiere» y no permitir que se coloquen aquellos que no se adapten a las pautas marcadas.

Hueco para los ‘ilegales’. Más de una treintena de personas participan en esta feria de forma legal, pero también pedirán que se permita poner su puesto a aquellas que acudan a la ciudad sin ser profesionales pagando una tasa. Hernández manifiesta que «para muchos es su forma de ganarse la vida» y que bastaría únicamente con separar a los profesionales del resto, poniendo como ejemplo a otras ciudades donde ya sucede como Valladolid o León. Quieren dar «cabida» a esos ‘ilegales’ y «normalizar su situación».