La rutina y la repetición de procesos jornada tras jornada son dos de las causas que mayor número de bajas por contingencias comunes generan. Así se desprende de los indicadores elaborados por las mutuas y que, en el caso de Burgos, sitúan en lo más alto del riesgo de absentismo a la industria manufacturera vinculada a la automoción, donde los procesos de producción continua y a turnos son una constante. Por contra, en el lado contrario se sitúan las actividades veterinarias y las de creación, artísticas y espectáculos.
La referencia de este ranking está en el índice de incidencia de los procesos iniciados por incapacidad temporal por contingencias comunes, es decir, en el número de bajas al mes por enfermedad por cada 1.000 trabajadores protegidos. Son datos regionales pero extrapolables a lo que es la actividad económica en Burgos.
Así, el mayor índice (79,25) se alcanzó el pasado año en la fabricación de vehículos a motor, remolques y semirremolques. Le sigue, con un índice del 63,90, la fabricación de productos de caucho y plásticos, y con el 58,25, la fabricación de material de transporte. Hay que matizar que, dentro de la industria manufacturera, el ámbito con más bajas son las empresas alimentarias, aunque la incidencia de las mismas desciende a 23,28 si se compara con el conjunto de trabajadores protegidos en este ámbito. Tras la automoción, destaca la problemática en las actividades de descontaminación y servicios de gestión de residuos (49,69) y llama la atención la alta incidencia del absentismo en las actividades administrativas de oficina y otras actividades auxiliares de las empresas. De acuerdo con las mutuas, en este último ámbito se producen 55,82 bajas por cada mil trabajadores.
En el lado contrario, donde la incidencia mensual es mucho menor, están las actividades relacionadas con la veterinaria (6,9 bajas al mes por cada 1.000 trabajadores), seguidas de las de creación, artísticas y espectáculos (7,63). Con un índice en torno al 9 están la agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas; las actividades inmobiliarias; las actividades jurídicas y de contabilidad y las actividades de agencias de viajes operadores turísticos, servicios de reservas y actividades relacionadas con los mismos. Las actividades cinematográficas, de vídeo, de programas de televisión, grabación de sonido y edición musical alcanzan una incidencia del 10.
DURACIÓN. La duración media de las bajas también varía extraordinariamente según la actividad. Las más duraderas, 85,7 días de media, se registran en el sector agrario y ganadero, seguidas del ámbito de la Administración Pública y Defensa, 70 días. Por encima de los 60 días hay varios trabajos: confección de prendas de vestir, fabricación de muebles, construcción de edificios, transporte terrestre, servicios de alojamiento y asistencia en establecimientos residenciales. También superan los dos meses de baja media el personal doméstico, los operarios de reparación de electrodomésticos y actividades de seguridad y auxiliares de servicios financieros.
Las bajas más cortas -por debajo de las 30 jornadas- se localizan en la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos; la fabricación de vehículos a motor y de transporte; recogida y tratamiento de residuos; programación y consultoría informática; investigación y desarrollo y actividades administrativas relacionadas con el empleo.