Al menos 37 obispos asistirán a la toma de posesión de Herráez

B.G.R. / Burgos
-

La Diócesis está inmersa en los preparativos de la toma de posesión de Fidel Herráez Vegas como arzobispo. Será el próximo sábado, 28 de noviembre, en la Catedral, a las 12.30 horas, y contará con una nutrida representación religiosa, encabezada por el nuncio del Papa en España, monseñor Renzo Fratini, que será el encargado de leer el nombramiento por parte del Sumo Pontífice, Francisco, del nuevo Pastor de la Iglesia de Burgos.

Hasta la fecha, han confirmado su presencia en el acto 37 obispos, entre los que se encuentran, además de Fratini, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, así como el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez. No obstante, se espera la asistencia de representantes de «prácticamente» la mayoría de las diócesis españolas (hay un total de 63), así como de los abades de San Pedro de Cardeña, Roberto de la Iglesia, presente también en la despedida ayer de Francisco Gil Hellín, y del Monasterio de Silos, Lorenzo Maté, así como de autoridades civiles y militares.

300 curas

El acto del próximo sábado contará también con una mayor presencia de sacerdotes, al menos 300, ya que a los religiosos de Burgos se sumará un nutrido grupo de eclesiásticos madrileños, donde hasta ahora ha desarrollado el ministerio pastoral Herráez Vegas como obispo auxiliar de la capital de España.

Nacido en Ávila en 1954, el nuevo arzobispo cursó el bachiller en Teología en la Universidad de Comillas para después licenciarse en Teología Moral por la institución Lateranense de Roma. Ha dedicado parte de su vida a la enseñanza religiosa, ocupando durante 15 años la delegación de este departamento en Madrid y llegando a presidir el Foro Europeo para esta enseñanza. En el año 1995 fue nombrado vicario general de Madrid y un año más tarde comenzó su labor como obispo auxiliar.

Quienes le conocen le consideran una persona «sencilla y normal» que ha conocido «todas las realidades» y que siempre «ha querido estar cerca de la gente». En sus primeras palabras tras su nombramiento oficial el  30 de octubre, después de un año de rumores, aseguró que dará continuidad a la labor de sus predecesores y se mostró feliz de que «Madrid pueda entregar a uno de sus hijos como arzobispo de Burgos».