Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Pagar dos veces

17/05/2021

Pocas cosas nos harían más ilusión, claro, pero los pobres mortales somos conscientes de que queda fuera de nuestro arbitrio la decisión de subirnos el sueldo a nosotros mismos, porque esto anda muy lejos de ser Jauja y bastante tenemos con sobrevivir a la calamidad económica que ha traído consigo la pandemia. Si está usted sujeto a una nómina y tiene el arrojo de solicitar a su empresa que se sirva considerar engordarle la soldada, lo único que recibirá a cambio será un discurso manido sobre el estancamiento de la productividad; si se desempeña como profesional autónomo, estará rezando ahora mismo por que le sigan dando de comer unas tarifas que hace más de diez años que no renueva; y si tiene la mala suerte de regentar un bar, se conformará con el milagro de poder abrir la persiana un día más.
No resulta extraño, pues, que miremos con mal disimulada envidia al gremio político, compuesto por trabajadores públicos que disfrutan de la paranormal prerrogativa de decidir sobre sus propios salarios, privilegio del que hacen uso con regularidad sin poner un celo excesivo en la ejemplaridad a que supuestamente están obligados. Se subió el sueldo Rajoy en repetidas ocasiones en los años más dramáticos de la última recesión económica, ha hecho lo propio Sánchez en este año de virus y rechinar de dientes, y ejemplos similares abundan en los diversos territorios autonómicos de este saleroso país.
En nuestro suelo bendito don Vicente Marañón, cuya especial sensibilidad para con las retribuciones que perciben los concejales viene de antiguo, ha decidido dar un paso más allá al plantear que los ediles con dedicación exclusiva perciban además dietas extraordinarias por asistir a los consejos de administración de Promueve Burgos. No se trata ya, pues, de una vulgar subida de sueldos, sino de bendecir la indecencia de que los concejales a nómina del Ayuntamiento, a quienes se retribuye convenientemente por dedicarse a tiempo completo a los afanes municipales, cobren dos veces por encargarse de algunas de las responsabilidades que implica su puesto de trabajo.
Mientras tanto, usted y yo seguiremos en la trinchera de siempre, intentando llegar a fin de mes y confiando con todo nuestro ánimo, qué remedio nos queda, en los expertos que aventuran que a lo mejor para 2023 ya hemos salido de esta.