Exigen el soterramiento total del tendido del parque solar

S.F.L.
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La Mesa Eólica Merindades cree que aunque Solaria enterrará casi 10 kilómetros de la línea de evacuación en los Montes Obarenes, otros 3 quedan aún al aire y amenazan el paso de aves

Imagen de archivo de una instalación de placas fotovoltaicas en Villaldemiro. - Foto: Patricia González

La instalación de un megaparque fotovoltaico en la Bureba ha desencadenado que la Asociación Mesa Eólica Merindades presente de nuevo alegaciones contra el proyecto modificado de Solaria. La empresa promotora, después de haber variado alguna propuesta del primer plan, proyecta ahora soterrar parte del tendido eléctrico que transcurrirá por áreas naturales protegidas, pero deja sin resolver los impactos que ocasionará el tramo de la línea que quedará al aire.

La agrupación denuncia que algunos de estos tendidos de alta tensión perjudicarán a espacios protegidos de la Red Natura 2000, como las Zonas de Especial Conservación de las Riberas del Río Oca, del Río Tirón y sus afluentes y de los Montes Obarenes.

La gran concentración de distintas líneas aéreas de evacuación procedentes de los cuatro futuros parques «afectarían negativamente a las especies prioritarias que habitan en el territorio», como el aguilucho cenizo, el milano real, el alimoche o el sisón, por lo que la agrupación considera que «debe de soterrarse el conjunto del tendido» en los terrenos más custodiados.

La longitud total del trazado aéreo que discurre sobre el área protegida dentro del Parque Natural de los Montes Obarenes es de 2.980 metros, y se localizará en la zona límite norte y sur. El resto del tendido en la zona -de 9.723 metros- finalmente se soterrará, 5.892 se ejecutarán mediante perforaciones dirigidas y los 3.831 metros restantes se sepultarán bajo una zanja. «El tramo aéreo del tendido que atravesará el interior de estos espacios protegidos discurrirá paralelamente a otra línea existente que causa efectos muy negativos para la conservación de este lugar, tanto para el Parque Natural», explican desde la agrupación. La magnitud de las actuaciones que supondrá el movimiento de tierra que permitirá excavar zanjas en ese tramo «resultará un impacto igual de agresivo ya que se trata de un lugar en el que se asientan cientos de especies animales y vegetales», añaden.

La presencia o nueva implantación de estas infraestructuras perjudican directamente a la integridad estructural y funcional de los ecosistemas y generan importantes molestias a la fauna local. Una de las «mayores presiones» que sufre la avifauna es la mortandad no natural provocada por la existencia de numerosos tendidos eléctricos de alta tensión que cruzan el espacio dada la proximidad de la central nuclear de Santa María de Garoña. Esto acaba por convertirse en obstáculos en ocasiones insalvables para las aves, que mueren por electrocución o colisión.

Pero la Asociación también mira por el futuro de la comarca y aclara que la proyección de este parque fotovoltaico en suelo agrícola traerá «consecuencias fatales» para la Bureba. El portavoz Carlos Palma considera que surgirá una «importante pérdida neta de suelo y biodiversidad por artificialización, así como la desarticulación del medio agrario, ya que se ha alterado el mercado del terreno perjudicando a muchos agricultores y ganaderos arrendatarios que se quedan sin tierras de labor y sin su fuente de ingresos», expone. «Este modelo va a agravar aún más la despoblación en la comarca burebana», añade.

Palma cree que estas instalaciones deben ubicarse en espacios amortizados como fachadas, cubiertas, medianas de autovías o polígonos industriales y «no repartir  1.453.598 placas solares en fincas de siete pueblos burebanos». La inversión de la empresa de energía rondará los 341 millones de euros.

ARCHIVADO EN: Bureba, Río Tirón