Siete meses después del comienzo de la vacunación contra la enfermedad del coronavirus en la provincia, la Gerencia de Atención Primaria pudo comunicar ayer que el martes empezará a pinchar a los 26.000 jóvenes de entre 19 y 12 años de Burgos. Es una cohorte clave, porque puede elevar el porcentaje de burgaleses con pauta completa por encima del 75%, lo cual conllevaría que tres de cada cuatro personas tendrían anticuerpos contra la covid. Y en caso de contagio, se minimiza al máximo el riesgo de desarrollar complicaciones y, por lo tanto, de acabar en el hospital en la mayoría de la población.
Es un paso importante, cuya velocidad de ejecución dependerá de los suministros de las próximas tres semanas, cuando Atención Primaria tiene que garantizar más de 32.000 segundas dosis a quienes iniciaron la pauta entre el 12 y el 30 de julio y, a la vez, avanzar en los jóvenes de entre 19 y 12 años (siempre en sentido descendente).
El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, anunció ayer que el Ejecutivo comprará 3,4 millones de dosis del fármaco desarrollado por Pfizer/BioNTech para completar los envíos de la UE -que van a ir a menos en agosto por mermas en la producción- y permitir que España mantenga el ritmo de inoculaciones. Está por ver cuántas unidades de ese lote ‘extra’ van a llegar a la provincia y cuándo, porque es ahora cuando urgen.
De momento, Atención Primaria ha diseñado un calendario ajustado a las previsiones de las compras centralizadas de la UE y ha convocado la próxima semana a los nacidos en 2002 y 2003 (19 y 18 años) de toda la provincia. Se les administrará Pfizer o Moderna y se empezará el martes, 3 de agosto, en Villarcayo y Aranda (donde están citados todos los jóvenes de estas edades con tarjeta sanitaria en sendas zonas sanitarias, pero también en los centros de salud de Medina, Espinosa, Valle de Mena, Valle de Valdebezana y Valle de Losa, comarca de Aranda, Roa y Huerta de Rey).
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