La compañía italiana Morato Pane, que adquirió en enero la planta briviescana de Cerealto Siro Foods, propone el despido de 42 trabajadores, 31 de mano de obra directa y 11 de mano de obra indirecta. Según las declaraciones que el presidente del comité de empresa y representante de USO, Roberto Alonso, «las pérdidas por el aumento del coste de las materias primas les ha llevado a tomar tal decisión».

Los directivos de la industria ítala trasladaron a los 13 miembros del comité en una reunión celebrada ayer que el periodo de extinción empezará de «forma inmediata» a partir de diciembre y se extenderá hasta abril. Un hecho que preocupa a toda la plantilla, ya que por el momento se desconocen los puestos que corren peligro. Según una trabajadora que prefiere mantener su anonimato, «en los pasillos se respira incertidumbre y miedo», aunque muy a su pesar es consciente de que «las malas noticias no tardarán en llegar».

La venta de la fábrica de la capital burebana se realizó cumpliendo con el compromiso de encontrar compradores especialistas para «que esta empresa esté en el 'core' de su estrategia y con la capacidad de hacer crecer este negocio y a las personas que trabajan en ella», declararon en su momento desde Siro. Los acuerdos alcanzados implicaron el mantenimiento de las condiciones laborales de los empleados de la planta. El comité de Cerealto Siro Foods firmó en octubre de 2019 un convenio de tres años que obligaba a la empresa a mantener sus más de 350 puestos de trabajo.

Los representantes sindicales de USO, CGT y UGT, que llevaron toda la negociación de forma unificada, también consiguieron que las condiciones económicas mejorasen. Un acuerdo que la empresa ha infringido y porque «no se encuentra en disposición de cumplir con los pactos alcanzados sobre la compensación», aseguran desde el comité.

En el encuentro de ayer también se marcó un calendario inicial de reuniones para los días 19, 23, 25 y 30 de noviembre y 2 y 9 de diciembre. «Vamos a por todas, tenemos una hoja de ruta en función de lo que nos comuniquen el día 9, y según como se vayan desarrollando las diferentes reuniones tomaremos unas direcciones u otras», explican fuentes sindicales de la empresa.

La desconfianza de los empleados hacia Morato es «absoluta» y por ello, el comité ha solicitado que a las próximas negociaciones acudan también representantes de Mercadona. «Es quien tiene la capacidad de garantizarnos el futuro. Al ser el mayor comprador tenemos el compromiso de que seguirá manteniendo carga de trabajo». En septiembre, cuando el representante sindical de USO transmitió a este periódico que Morato se había comprometido a invertir cinco millones de euros para «modernizar instalaciones y maquinaria con el objetivo de adaptar procesos y ser más competitivos», habló también de que el convenio continuaba intacto, tal y como se acordó en su momento.

A lo largo de todo el año, unos 40 empleados se acogieron a las salidas voluntarias de la empresa. Fuentes del sindicato apuntan que cada uno «recibió la indemnización que le correspondía según lo pactado». No obstante, las condiciones actuales cambian y tras lo anunciado, la empresa, que actualmente cuenta con 330 empleados, acabará el año con menos de 300.

Antequera. Los trabajadores de la fábrica de Morato Pane en Antequera estudian movilizarse tras el despido de seis empleados en los últimos días. Se trata de cuatro empleados del departamento de Sanidad, un jefe de producción y una empleada del servicio de mantenimiento.