La decisión de la Consejería de Sanidad de rescindir el convenio de vinculación especial con el hospital San Juan de Dios en Burgos ha dejado a la Orden Hospitalaria en una situación complicada. Tal y como ha reconocido el director general de Centros, Francisco Muñoz Zamora, durante la rueda de prensa que ofreció junto al director gerente del hospital, Juan Francisco Seco, su deseo es no romper el acuerdo y seguir negociando pero si la Junta sigue adelante con su plan y no acepta la petición de firmar un nuevo convenio que mejore las condiciones económicas actuales las posibilidades de mantener abiertas su hospital en Burgos son “mínimas”.

“Si se rescinde el convenio, las posibilidades de continuar abierto el centro de San Juan de Dios en Burgos son mínimas”, declaró, al tiempo que apostilló que “no voy a asegurar por completo que se cierra pero la posibilidad de continuar es mínima”. Desde San Juan de Dios presentaron en marzo una propuesta para mejorar el actual convenio, que elevaría hasta los 8,6 millones de euros anuales el coste del acuerdo frente a los 5,3 millones actuales. En esa propuesta, la Orden Hospitalaria planteaba una serie de mejoras de prestaciones asistenciales a Sacyl como la Unidad del Dolor, la realización de operaciones de cataratas y endoscopias para el servicio de Digestivo, entre otras. La respuesta de la Consejería de Sanidad fue la petición de rescisión del convenio.

El propio gerente regional de Sacyl, Manuel Mitadiel, anunció la semana pasada la decisión de romper el acuerdo que mantienen con el hospital San Juan de Dios de Burgos. Una decisión que han planteado a la orden hospitalaria motivada por el “deficiente incumplimiento” de la actividad asistencial comprometida a lo largo de 2020 y que aseguran se ha agravado en el primer trimestre de 2021.

Los responsables de la Orden Hospitalaria han señalado que los datos aportados por Mitadiel y el gerente del HUBU, José María Romo, "no son ciertos". "El nivel de cumplimiento ha sido máximo", dijeron.