Decir adiós en paz

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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Los Van Golem emiten esta tarde (19.00 horas) 'Mendian hil. Hirian hil', de Iñaki Peña, médico paliativista nacido en Burgos, que cierra con este documental su trilogía sobre la muerte y el duelo

Un fotograma de ‘Mendian hil. Hirian hil’, que se emitirá esta tarde en los Van Golem.

La grandísima afición que existe en Euskadi al montañismo fue una de las principales razones por la que el médico paliativista Iñaki Peña eligió este deporte como eje central de su documental Mendian hil. Hirian hil (Morir en la montaña. Morir en la ciudad), que se estrena este jueves, a las 19 horas, en los Van Golem, y con el que cierra una trilogía de películas centradas en la muerte y el duelo. Peña, nacido en Burgos y que aunque nunca ha vivido aquí reconoce unos grandes vínculos afectivos con esta ciudad, estrenó en 2013 Aulki hutsak (Sillas vacías) donde puso en el centro los duelos vinculados a las muertes por enfermedades crónicas, cáncer, discapacidad y  suicidio y en las perinatales, aquellas que se producen durante el embarazo, en el parto o pocos días después del nacimiento y de las que apenas se habla. «Modestamente, en aquel momento fue el primer documental que se hacía así, con testimonios y aportaciones profesionales de compañeros y la verdad es que quedamos muy contentos con el resultado», afirma. Cuatro años después planteó en S(u/a)minetik bakera (De la ira amarga a la paz) una reflexión sobre las muertes violentas poniendo la cámara ante dos mujeres cuyos padres fueron asesinados por el Batallón Vasco Español y ETA, respectivamente. 

Mendian hil. Hirian hil, que dura algo menos de una hora, se emite en versión original en euskera, subtitulada y consta de tres capítulos -‘Morir en la montaña’, ‘Morir en la ciudad’ y ‘Vivir en la montaña, vivir en la ciudad’- y un pequeño epílogo: «En toda la historia del himalayismo ha habido episodios muy fuertes, algunos de los cuales ya se han reflejado en sendos documentales pero nosotros hemos querido hacer un pequeño resumen en el que se incluyen esas dos historias, una de ellas, la de Iñaki Otxoa de Olza, que se titula Pura vida, y que cuenta su intento de rescate y lo que ocurrió, que era inédito hasta entonces, en el sentido de que se movilizó a mucha gente de diferentes puntos para rescatarlo y aunque no se consiguió traerlo con vida sí se consiguió algo muy importante, que no muriera solo, una de las grandes tragedias y que mucha gente ha descubierto ahora por la pandemia».

Para Peña -médico en el Hospital Alto Deba, de Mondragón (Guipúzcoa)- la de Otxoa de Olza fue una buena muerte, un concepto sobre el que cree que aún hay que reflexionar mucho: «Hay que hablar de muerte digna, de cuidados paliativos, de la opción de morir en casa o de la hospitalización a domicilio, que yo sé que en Burgos funciona muy bien. En el documental hacemos una clara apología de la hospitalización a domicilio cuando se puede, cuando hay familias estructuradas, cariño suficiente, etc. Que es lo que se ha hecho toda la vida, lo que ocurre es que con la posmodernidad parece que todo lo antiguo está mal».

La película se propone, en palabras de su director, conectar el mundo de la alta montaña con la calle, los duelos desencadenados por accidentes de escalada en personas jóvenes y los originados por fallecimientos en casa, el hospital o  residencias geriátricas. «Proponemos un diálogo sobre la buena muerte, la muerte digna. En palabras de uno de los protagonistas, Jorge Nagore, si nos diesen a elegir donde morimos, querríamos morir en el sitio donde más hemos amado la vida». 

Así, la muerte y el recuerdo del ser querido que se ha ido, la superación del sufrimiento por la perdida y la esperanza por el futuro y la vida de los que se han quedado son los otros ingredientes del documental, que cuenta con el testimonio de los familiares de Mikel Crespo, fallecido en 2017 en los Pirineos; los de Xabier Ormazabal, que murió en 2014 en el descenso del Cho Oyu, o los de Beñat Arrue, que perdió la vida en 2001 bajo una enorme avalancha en el Pumori con apenas 22 años. Mendian hil. Hirian hil, que recibió el premio al mejor film en euskera en el Bilbao Mendi Film Festival, cuenta también con la participación de los montañeros Juanjo San Sebastián y Felipe Uriarte, himalayistas y alpinistas de reconocida trayectoria. Izaskun Andonegi, enfermera, máster en cuidados paliativos y presidenta de la asociación Bidegin de apoyo al duelo, y varios médicos de unidades de paliativos  aportan el lado más académico y médico al documental. 

Hablar de la muerte digna. Cree Iñaki Peña, que el momento actual es -debido a la desgracia de la pandemia- muy oportuno para que la sociedad ponga en el centro el debate sobre la muerte, un hecho inevitable por más que se le quiera dar la espalda: «Han coincidido en el tiempo la pandemia y la ley de eutanasia y mi opinión como paliativista es que no hay ninguna pugna entre los cuidados paliativos y la eutanasia porque siempre va a haber un porcentaje pequeño de personas a las que lo nuestro no les vale, que tienen otro tipo de reflexiones. Así que bienvenida sea la nueva ley».

En este sentido, ha echado de menos un proceso de información y participación ciudadana sobre la eutanasia «por lo que a mucha gente le ha pillado con el pie cambiado y es una pena, aunque aún estamos a tiempo de hacer pedagogía y divulgación»: «Hay quien puede creer que solo la eutanasia es la muerte digna y nada más lejos de la realidad, la muerte digna es lo que hacemos los paliativistas todos los días y desde hace muchos años. ¿Y quién puede estar en contra? ¿Quién puede oponerse a morir dignamente y a que lo hagan sus familiares? Esto también se plantea en el documental».

Tras la emisión de la película tendrá lugar un coloquio entre el propio director, Iñaki Peña, y la radioncóloga del Hospital Universitario de Burgos, Virginia Ruiz.