Los presupuestos tensan el pacto entre PSOE y PP en Tobalina

A.C.
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La alcaldesa los deja sobre la mesa, al carecer de apoyos, e invita a los grupos a presentar propuestas

En el punto de los presupuestos, el PP tenía mayoría con 3 votos (centro), al ausentarse una edil del PSOE y retrasarse la de VT. - Foto: A.C.

El último pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento del Valle de Tobalina puso en evidencia la distancia que han tomado PP y PSOE y que podría poner en riesgo la estabilidad del acuerdo de gobierno municipal durante lo que resta de legislatura, dado que los populares están en minoría y contaban con el apoyo socialista. La alcaldesa, posiblemente sabedora de que no disponía de él, dejó sobre la mesa los presupuestos municipales de 2021, con un monto total de 2,9 millones de euros. Poco después el portavoz socialista, Jesús Ángel de Mendoza, confirmó que no hubiera dado su voto a las cuentas para este año.

A pesar de ello, el PP podía haber aprobado los presupuestos porque la edil de Vivir en Tobalina, Nerea Fuente, llegó con retraso al pleno por motivos laborales y la socialista, Pilar García, no acudió a la sesión por motivos personales, con lo que los tres concejales populares sumaban mayoría frente a los dos de la oposición. Sin embargo, Raquel González señaló que su deseo era «contar con la presencia del cien por cien de los concejales, dado que este grupo está en minoría» y añadió que precisamente por ese gobierno en minoría «es importante aceptar, en la medida de nuestras posibilidades, propuestas de todos los grupos políticos que redunden en beneficio del Valle y que generen empleo en el municipio, muy afectado por el cierre de Santa María de Garoña, cuyas consecuencias estamos sufriendo de pleno, y una pandemia que está frenando nuestro desarrollo».

Ante sus palabras, el edil socialista se mostró contrario a dejar los presupuestos sobre la mesa, «porque no se nos ha consultado para alcanzar un consenso», a lo que añadió que el ofrecimiento llegaba tarde. «Ahora nos tiende la mano, pero tiempo ha tenido antes de negociar», lamentó. Mientras, el concejal de Vivir en Tobalina, José Luis Conde, celebró que se quedaran sobre la mesa y aunque, en su opinión, la alcaldesa ocultó «los verdaderos motivos de la decisión», mostró su disposición a consensuar los presupuestos de este año y «llegar a acuerdos, porque efectivamente estamos en una situación muy complicada y los tres grupos debemos de realizar un esfuerzo».

Déficit por Garoña. La economía municipal volvió a la palestra en el turno de las preguntas cuando VT preguntó por el descenso del remanente líquido de tesorería de los 3,1 millones de euros de diciembre de 2017 a los 1,9 millones que se contabilizaron al cierre de 2019. Las cuentas de 2020 aún no se han liquidado. La alcaldesa admitió que, a pesar de la caída de ingresos motivada por el cierre de Garoña, que ahora paga la mitad de IBI y ya no abona del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), al carecer de actividad, «hemos decidido mantener una política de continuidad de gasto en empleo, pedanías o servicios y eso se tiene que reflejar por algún sitio». El Ayuntamiento ingresa 850.000 euros menos por estos dos cambios y ahí está el roto.

Pero González mostró cierto optimismo y explicó que «estamos a la expectativa de firmar el convenio para la transición justa por el cierre de Garoña y recibir ayudas que permitirán compensar esta pérdida de ingresos». De no llegar esas ayudas, anunció que «habrá que dar un giro a nuestra gestión». Mientras, la secretaria municipal explicó que los fondos líquidos del Ayuntamiento, es decir, el dinero contante y sonante que guardaba en sus cuentas bancarias a finales de 2017 sumaban 3,4 millones y en el 19 bajaron a 2,1 millones. Si a esas cantidades se les suman ingresos pendientes de cobro y se le restan, pagos obligatorios que aún no se habían formalizado y que estaban contabilizados en los presupuestos de cada año, resulta el remanente líquido de tesorería que fue de 3,1 millones y 1,9, respectivamente.

La funcionaria también indicó que «los presupuestos de los últimos años se han liquidado con déficit, porque se ha gastado lo previsto, pero no se ha ingresado lo previsto». La ley, añadió, permite ir gastando el remanente en estos casos y, «si no corregimos ese déficit, el remanente va a ir mermando».