El nuevo PGOU vuelve a la casilla de salida tras cinco años

I.M.L.
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Una serie de defectos de forma obligan al Ayuntamiento arandino a revocar la aprobación inicial de este documento. Las previsiones más optimistas fijan un plazo de 15 meses más para el visto bueno final

La ordenación urbanística de la capital ribereña sigue una normativa que data de hace una década, lo que lastra el desarrollo de distintos sectores de la ciudad. - Foto: M.A. Valdivielso

La aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital ribereña parece gafada. Después de acumular más de 5 años desde su aprobación inicial sin que se haya sometido a votación definitiva, ahora el Ayuntamiento tiene que dar un paso atrás en su tramitación administrativa y volver a la casilla de partida, a aquel pleno del 17 de octubre de 2014, para revocar esa decisión tomada por consenso de todos los grupos políticos y que ahora queda en papel mojado.

Un informe del servicio jurídico del Consistorio arandino, con más de 60 páginas, considera que la aprobación inicial del PGOU es nula de pleno derecho por, entre otras cuestiones, dos defectos de forma: que este documento se tendría que haber publicado en un medio de información "de gran difusión" y que los informes sectoriales se tenían que haber realizado antes de esta aprobación, no después como se hizo entonces. Ante esa situación, el pleno municipal va a tener que revocar esta aprobación inicial para realizar los trámites conforme a derecho. Un paso necesario que se va a dar este jueves, para el que se va a convocar una sesión plenaria con carácter extraordinario.

Este nuevo retraso para este documento urbanístico, fundamental para el desarrollo de la capital ribereña, ha caído como un jarro de agua fría en la oposición municipal, que considera que es una muestra más de cómo se está tramitando la adaptación del PGOU a la normativa vigente. "Esto es un suma y sigue; las responsabilidades técnicas se están echando a gente que ya no está y es difícil depurar responsabilidades, pero se vuelve a la casilla de salida y entiendo que también hay una responsabilidad política por parte de quien está en este área y quien está por encima de él", apunta Mar Alcalde, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento arandino, que no adelantaba el sentido del voto de su grupo hasta hablarlo con sus compañeros de grupo. "Aunque la base técnica del PGOU vale, estos errores son injustificables, después de todo el tiempo que lleva el Ayuntamiento con esta tramitación, es una incompetencia", critica Andrés Gonzalo, portavoz de Podemos Aranda, que añade que es "un mal menor" porque considera que "peor habría sido que lo aprobásemos y que luego no sirviese para nada".

Un paso más allá de los reproches va el concejal de IU, Yonathan Gete, que lamenta que este nuevo revés retrase, al menos, 15 meses más la fecha de la aprobación definitiva "que ya va retrasado de por sí porque no se convocan comisiones" y que pedía medidas más contundentes. "Nosotros queremos que se abra un expediente para depurar responsabilidades porque no solamente será el secretario que estaba antes, habrá más técnicos implicados en el proceso", pide Gete.

En la zona templada de las críticas está Vox, cuyo portavoz, Vicente Holgueras, considera que es "echar para atrás para volver a hacerlo bien", poniendo el acento en las prisas por aprobar esta revocación. "No concibo es que se convoque con tres días de antelación un pleno con gran contenido, no nos da tiempo a estudiar los informes para poder tomar una decisión motivada", lamenta Holgueras.