Cuando 'se lee' con las orejas

A.S.R.
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El audiolibro se abre camino de forma tímida entre los lectores. Las librerías apenas disponen y el interés es dispar en las bibliotecas, en la Pública su demanda crece poco a poco y en la Municipal su préstamo es testimonial

La Biblioteca Pública dedica una de sus estanterías de la primera planta a su oferta de audiolibros, con títulos de autores clásicos principalmente. - Foto: Jesús J. Matías

Hace más de diez años que Laura Esteban pinta y lee al mismo tiempo. No es cosa de brujas, sino de la nueva manera de leer que brinda el audiolibro. Para ella resultó una auténtica revelación. El poco tiempo libre que le dejaba su trabajo lo empleaba frente al caballete. Esta atención la impedía entregarse a otra de sus pasiones: la lectura. Un día se le ocurrió que tal vez habría una forma de escuchar esas historias como la radio, acudió a la librería Luz y Vida, no a la que sigue abierta, sino a la que bajó ya la persiana, y voilà. Salió del establecimiento con su primer audiolibro. Ahora los coge principalmente de la biblioteca. Las historias de Pérez Reverte, Jane Austen o Virginia Woolf han bailado al ritmo de sus pinceles. Este formato no impide que cuando dispone de horas, como en verano, disfrute con el libro de siempre (el último que ha leído, Postales del este, de Reyes Monforte).

El audiolibro, que no es una lectura de la obra en voz alta literal sino interpretada con actores profesionales, no tiene el encanto de pasar las páginas de papel, pero sí la comodidad de dejar libres las manos para hacer dos cosas a la vez, aunque no es obligatorio. Esta nueva forma de leer con las orejas tiene mucho éxito en sociedades como la estadounidense, pero entra de forma tímida en España. Burgos no es ajena a ese paso lento y la fotografía difiere según dónde se ponga el objetivo.

El formato es residual o inexistente en las librerías, según el presidente de la Asociación Provincial de Libreros, Álvaro Manso; la Biblioteca Pública dibuja una línea in crescendo de la oferta y, sobre todo, de la demanda, con más mujeres que hombres y un puñado de fieles; y la Municipal registra un préstamo testimonial, aunque sí posee una pequeña colección, según una consulta rápida realizada por su director, Juan Carlos Pérez Manrique.

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