Cs deberá elegir entre el PSOE o pactar con el PP y Vox

J.M.
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La formación naranja será decisiva en la elección del próximo gobierno municipal. Puede hacer alcalde a De la Rosa con un apoyo explícito o implícito o unirse al bloque de la derecha

Cs deberá elegir entre el PSOE o pactar con el PP y Vox - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La cuenta atrás ha comenzado.Los aspirantes a a la Alcaldía de la ciudad tienen hasta el próximo 15 de junio, fecha en la que se celebrará el Pleno de constitución de la próxima Corporación municipal, para reunir los apoyos suficientes para lograr su investidura. Las urnas mostraron ayer una victoria contundente pero insuficiente del PSOE, y Cs, que será decisivo por acción o por omisión en la elección del próximo alcalde, optó en la valoración de la noche electoral por no despejar las dudas y dejar todos los escenarios abiertos.

Antes de analizar cada una de las posibilidades, lo primero que cabe recordar es que la Ley Electoral establece que el candidato que aspire a la Alcaldía debe obtener la mayoría absoluta del Pleno.Es decir el voto favorable de al menos 14 de los 27 corporativos. Si nadie lo logra, automáticamente se proclamará como primer edil al cabeza de lista del partido más votado. Ya se dio esta situación en la pasada legislatura con la elección de Javier Lacalle y en esta ocasión la victoria del PSOE en las urnas pondría a Daniel de la Rosa al frente de la ciudad con un gobierno en minoría. Pero esa, aunque factible, es solo una de las opciones que hay sobre la mesa.

El candidato socialista parte con esa ventaja que le otorga la Ley, pero la falta de una mayoría absoluta de las fuerzas de izquierda (PSOE y Podemos suman 13 ediles) hace que el PSOEnecesite de Cs. Bien sea con un apoyo directo en la investidura o con no dar su apoyo al PP y Vox. Si eso no le falla, De la Rosa se haría con el bastón de mando el 15 de junio.

La otra opción que ayer nadie descartó, pese a la contundencia del resultado, fue la de una alianza de las tres fuerzas del centro-derecha. Es decir, que se reedite un pacto a la andaluza entre el PP, Cs y Vox. Eso sí, entonces Cs defendía que quería echar al PSOE de la Junta tras varias décadas de socialismo.

A nivel nacional la formación de Albert Rivera se mostró partidaria de esta fórmula de cara a las elecciones generales, pero en los comicios municipales y autonómicos esa contundencia en el mensaje desapareció durante la campaña y habrá que comprobar ahora si los cordones sanitarios contra el PSOE se levantan o siguen activos.

Lo que también quedó claro ayer es que el PP no da el partido por perdido y va a intentar convencer a Cs de un ‘tripartito’. Al menos así se dedujo de una valoración postelectoral en la que los populares hicieron hincapié en que el centro-derecha sí podría sumar una mayoría absoluta.

Los dirigentes de Vox no fueron demasiado contundentes pero sí afirmaron tras conocer los resultados, tal y como hicieron en campaña, que su objetivo es evitar que en la ciudad haya un gobierno de izquierda. El PP parece que podría contar con el apoyo de Ángel Martín, pero con eso no le vale. Aquí Cs también sería decisivo.

Aunque esos son los tres escenarios con más posibilidades, también hay otro que, aunque improbable, no se puede descartar, y es que Cs intente hacerse con la Alcaldía. Y no se puede obviar ya que en el Pleno de Constitución de la anterior legislatura (entonces con 4 concejales electos, uno menos que ahora), su candidata, Gloria Bañeres, trató de ser elegida como alcaldesa en lo que se denominó como el famoso ‘bañerazo’. Eso sí, no es menos cierto que aquella jugada fue frustrada, un fracaso y que ahora el cabeza de lista es Vicente Marañón.

¿Han arrojado alguna pista sobre sus preferencias en los pactos los partidos durante la campaña? Todos se han posicionado menos el candidato de Cs, que es quien tiene ahora la llave de la Alcaldía. No solo no ha mostrado sus simpatías hacia el PP y el PSOE, sino que, preguntado durante la campaña por si la decisión la iban a adoptar desde Burgos o desde Valladolid, respondió que «el nuestro es un partido organizado y dependiendo de cuál sea cada decisión se tomará en un nivel o en otro. Es algo que no te puedo adelantar». Poco aclaró.

Lo que también es cierto es que en varios momentos de la campaña Marañón sí ha sido muy duro con Lacalle. En el inicio de la misma le achacó su candidatura al Senado y en una entrevista publicada por este periódico manifestó que «un tipo que llegó hace 24 años al Ayuntamiento no puede ilusionar a nadie. Es kafkiano». ¿Eran esas palabras del aspirante de Cs una declaración de intenciones o solo una estrategia porque rivalizaba por el mismo electorado que el PP? En los próximos días se adivinarán las intenciones.

El candidato del PSOE, Daniel de la Rosa, no se ha cansado de reiterar su petición a Cs de que facilite el cambio. Expresó sus dudas sobre lo que pudiera hacer la formación naranja cuando manifestó que no se conformaba «con una victoria a los puntos, sino que tiene que ser por KO». Porque de esa forma entendía que la victoria y su proclamación como alcalde «sería incontestable» y no quedaría «ni un solo argumento» para impedir el cambio de Gobierno en la ciudad. El dirigente socialista se estaba refiriendo a un escenario muy similar al que se dio ayer.

En los próximos días comenzarán los contactos para intenrar alcanzar acuerdos. Ya sea para crear un gobierno en coalición, sobre el papel más estable pero no exento de riesgos, o en minoría, donde el alcalde está expuesto a enfrentarse en cualquier momento a una moción de censura o a tener que superar una cuestión de confianza para sacar adelante sus presupuestos. Nadie lo tendrá fácil.