Rumbo a una transformación radical

Celia Sierra (EFE)
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El Museo Reina Sofía se adapta al siglo XXI y abre las primeras salas de su reforma para albergar la nueva colección, 2.000 obras que saldrán de los almacenes y de las que muchas son inéditas

Rumbo a una transformación radical - Foto: Rodrigo Jiménez

El español Museo Reina Sofía levanta el telón de una veintena de salas que diseña desde cero y que son el primer avance de su nueva colección permanente: 2.000 obras nuevas saldrán de sus almacenes, un 70 por ciento de lo que se verá será inédito y, por primera vez, habrá diseño, arquitectura y dos plantas dedicadas al siglo XXI.

«Los tiempos cambian. Este museo no es un repositorio, ni un almacén», explicaba ayer el director del museo, Manuel Borja Villel, sobre los cambios que presentó. «La remodelación será prácticamente total», avanzó.

Borja-Villel concibe seis episodios para el nuevo recorrido de la colección permanente del museo. Ayer presentó el primero, que se ubica en la cuarta planta y abarca de la sala 411 a la 428. La nueva propuesta, titulada Nos ven: de la modernidad al desarrollismo, va desde los años 50 y el emblemático American Way of Life hasta el desarrollismo español de los 70 y la apertura al turismo del Spain is different, con una especial atención al arte hecho por mujeres. Todo ello contado a través de cuadros, esculturas, objetos de diversa procedencia, instalaciones y todo tipo de formato de obras. Como novedad, entran por primera vez el diseño y la arquitectura en el recorrido.

Entre las obras más novedosas incluidas en este primer apartado se encuentran una araña de Louis Bourgeois, un cuadro de Rothko, y varios diseños de la pareja Eames. También hay una obra realizada específicamente por Rogelio López Cuenca para el nuevo recorrido.

«El museo está situado, hablamos desde un lugar determinado», dice Borja Villel sobre el recorrido que firma junto a Rosario Peiró, jefa del área de Colecciones del museo. Esto significa que la historia que proponen combina, como no podía ser de otro modo, estrofas de la historia mundial y el relato internacional, con la voz de la historia española.

En la primera sala, la hegemonía cultural estadounidense se presenta a través del matrimonio Eames, la pareja de arquitectos y diseñadores que moldeó la modernidad de los 40 y los 50 con su famosa casa, y que coincidió en el tiempo con el triunfo del expresionismo abstracto impulsado por el MOMA.

Frente a este modelo de nuevo capitalismo, muchas prácticas artísticas en Europa y Latinomérica tomaron otro camino. Así, una sala entera fue dedicada al congreso que artistas europeos crearon en Alba, un pequeño pueblo italiano cercano a Turín, en 1956, con fuerte presencia romaní, donde exploraban un modelo alejado de los dictados de la sociedad de consumo.

Uno de los ejes fundamentales de la nueva propuesta de Borja-Villel y Peiró en el nuevo itinerario son los guiños a exposiciones históricas, a las que se hace referencia a lo largo del recorrido para comprender el contexto histórico en el que se ve a los artistas.

Así, la reivindicación del arte figurativo de la exposición New Images of Man, del MoMA en 1959, con Leon Golub, Francis Bacon, Graham Sutherland o Jean Dubuffet, centrados en la crítica de la sociedad de masas, se contrapone con la sala contigua, El cuerpo y la casa, donde un conjunto de obras de Dorotea Tanning y Louise Bourgeois hablan sobre el espacio privado y lo doméstico.

España se introduce en el relato a partir de las siguientes salas, una de las más importantes es la que rememora la exposición que el MOMA dedicó a artistas españoles de la época. Chillida, Tapies, Saura, Feito o Manolo Millares, y una única mujer, Juana Francés, son elegidos como representantes del arte español en una exposición que fue gestada «al más alto nivel diplomático», subraya Peiró.

Las paredes de la sala (420) fueron oscurecidas para emular la muestra, y es que el MOMA también tiñó de oscuro sus paredes para evocar una suerte de mitología del arte español, asociada a «lo oscuro y lo goyesco».

¿ Y por qué acometer una reformulación tan radical justo ahora? «Llevamos 10 años trabajando en ella. Mucho de lo que aparece ahora ya se ha visto en exposiciones y actividades pasadas. El mundo de hoy no se parece en nada al de hace una década y como institución es nuestra obligación mostrarlo».