«Arbitrar una final o un clásico femenino sería un sueño»

ÁLVAR ORTEGA
-

ENTREVISTA | La colegiada Estefanía Benito muestra la felicidad producida por su reciente ascenso a la máxima división nacional femenina, donde compartirá experiencias con Adriana García, otra burgalesa presente en la élite

Estefanía Benito será la segunda burgalesa arbitrando en la Liga Iberdrola. - Foto: Alberto Rodrigo

Pese a la incertidumbre que rodea a la Liga Iberdrola de cara a la temporada 2020/21, hay novedades confirmadas y dignas de celebrar, como que Estefanía Benito Benito (Burgos, 1992) hará su debut en la elite del fútbol femenino como árbitra asistente.

¿Cuánto tiempo lleva siendo árbitra y cómo dio el paso?
Llevo en esto unos catorce años. Mi familia siempre ha sido muy futbolera y de pequeña iba a ver a mi hermano jugar en Pallafría. Un día, con unos trece o catorce años, me fijé en la figura del árbitro de manera inconsciente y dije... ¿por qué no? Le pregunté cómo funcionaba aquello y días después me planté en la Federación con mi madre, que pensó... a ver lo que dura.

Entonces, ¿no había probado suerte previamente como futbolista?
Estuve apuntada en Nuestra Señora de Belén unos meses. Entrené con ellas, pero me coincidía con otras actividades y no me llamaba demasiado la atención. Al final no jugué ni un solo partido oficial, así que no sería muy buena tampoco...

Estefanía Benito (izquierda) realiza el saludo habitual a las jugadoras de ambos equipos antes de que dé comienzo el partido. Estefanía Benito (izquierda) realiza el saludo habitual a las jugadoras de ambos equipos antes de que dé comienzo el partido.

Debe ser muy diferente arbitrar en edades pequeñas y adultas, ¿por cuál tiene preferencia?
Creo que a mí me resulta mucho más sencillo arbitrar en campos grandes, a personas más mayores. Las primeras categorías están bien para empezar, pero escuchas mucho a los padres y madres. Siempre dan instrucciones a sus hijos o hijas, y estos dejan de hacer caso al resto. Los niños van todos a por el balón y eso hace que todo resulte mucho más caótico. En fútbol once lo sé llevar mejor, hay más espacios, tienes muchas menos cosas que pitar y te enteras  menos lo que se dice fuera.

¿Recuerda su debut?
Sí. Sobre todo porque no di al reloj al comenzar el partido, algo que le ha pasado a muchos compañeros por lo que sé. Había un árbitro que vino a verme para supervisarme, y me dijo que para ser el primer encuentro no estaba nada mal. También recuerdo que tuve que echar a los dos entrenadores. Eso nunca se me olvidará. Eran chicos jóvenes, que creo que tenían algún tipo de rencillas ajenas al partido. Comenzaron a encararse, y a mi  no me tembló el pulso.

¿Mejor y peor recuerdo de toda su trayectoria?
Como lo mejor, el debut en cada categoría. También recuerdo muy ilusionante la primera vez que pité en un estadio. Fue un amistoso en el Plantío en verano. Los primeros viajes  o visitas a estadios de fuera es otra cosa increíble. Y, por suerte, no tengo ninguna experiencia negativa destacada. La gente no me cree, pero no he vivido ningún partido en el que haya salido insultada, o que haya tenido que venir la policía, que le ha sucedido a bastantes compañeros. Mejor así, sin malos recuerdos.

¿Hay demasiada competitividad, o al menos mal entendida, en las categorías base?
Por lo que yo he vivido sí. Hay demasiada, y eso es malo, porque al final lo que se debe hacer es enseñar a jugar en equipo. En otros deportes se respeta más la figura del árbitro. Se equivocan y no se lía la que se lía en el fútbol. Pero no solo es con el árbitro, también entre equipos, aficiones, todo. Son cosas que en el fútbol no se educan ni parece que vayan a cambiar nunca.

¿Vale lo mismo un error de una árbitra que uno de una jugadora o entrenadora?
No. Nadie se pone en la piel de una árbitra. Si nos equivocamos siempre es a posta o porque tenemos preferencias... ¿qQué más me da a mí quién gane? No diferencio entre San Felices, Vadillos o La Charca, me da absolutamente igual, ¿que me he equivocado? Seguramente lo haya hecho, pero no hay un porqué. Lo más fácil siempre es protestar, y eso lo vemos en el fútbol todos los días.

Al igual que para una buena jugadora de fútbol le es imprescindible conocer sus virtudes y sus limitaciones, en el mundo del arbitraje imagino que pasará algo similar.
Es muy importante autoevaluarse y saber en qué fallas para mejorar. Yo sé que el aspecto físico es una de mis tareas pendientes. No soy atleta y nunca se me ha dado bien. Quizá tenga que entrenar seis días a la semana para alcanzar el nivel óptimo, y a otras compañeras eso no les sea necesario. Estudiando puedo ser mejor. Soy que capaz de hacerlo a última hora o de diferente manera y sacarlo adelante. Adaptándome a los partidos también creo que destaco. Quizá con algunos equipos que sabes que no les gusta hablar tienes que adaptarte para encontrar la mejor solución y llevar el partido de manera diferente a la habitual. Varía mucho un encuentro de otro, hay que englobar y autoanalizarse continuamente.

¿Qué referentes ha tomado dentro del mundo del fútbol?
A Undiano (Mallenco), que se retiró el año pasado, lo he visto arbitrar toda su trayectoria. Me encantaba cómo pitaba. Marta Huerta de Aza, que el año pasado ascendió a Segunda B masculina, y Guadalupe Porras, primera asistente en la primera masculina, también son otras de mis referentes. Ambas han roto muchas barreras dentro de este mundillo.

La temporada pasada, una burgalesa como Adriana García debutó en la Liga Iberdrola. Con su llegada van a ser ya dos árbitras de la tierra, ¿qué supone esto?
Con Adriana he hecho una buena amistad a raíz del arbitraje, antes no nos conocíamos. Esperemos que nuestra presencia capte la atención de muchas niñas, porque se necesitan árbitras, esa es la realidad. En Pallafría hay muchísimas categorías y cada vez somos menos, lo que obliga a que en un mismo fin de semana tengas que pitar tres o cuatro encuentros. Eso, al final, quema a cualquiera y hace que la gente lo deje.

¿Alguna vez ha pensado en abandonar el arbitraje?
Muchas veces. El arbitraje es muy injusto. Quizá el año en que más te lo curras para ascender otro factores ajenos a ti hacen que te lleves el chasco de tu vida. Volver a empezar es muy duro. También lo es no tener fines de semana libres. En mi caso siempre ha habido algo que ha evitado que lo deje, pero es  muy sacrificado, renuncias a mucho.

Con motivo de tu ascenso a Liga Iberdrola, ¿por qué todavía no hay VAR en una categoría de tal importancia?
A día de hoy no se puede equiparar la Iberdrola con la Primera o Segunda masculina, no generan lo mismo. En su caso la comparación es con la Segunda B. Hace unos años la Liga Iberdrola era prácticamente una categoría regional. Ahora está mucho mejor tratada y la profesionalización del arbitraje es un paso más. Al final, no hay muchas chicas arbitrando en España, y el VARexigiría una plantilla extra. Habrá tecnología, pero tardará un tiempo. Dependerá de las televisiones, los patrocinadores y todo lo que genere dinero.

¿A favor o en contra de la tecnología en el fútbol?
El VAR es una herramienta más de ayuda. El árbitro no puede verlo todo, y la perspectiva a veces engaña. Amí me gusta, pero sí que es verdad que hay cosas que pueden perjudicar al fútbol base. Lo que se pita, sobre todo en el área, y que es imperceptible para el ojo humano, es captado por el VAR. Entonces una persona que vaya a Pallafría a jugar el domingo, cuando no le piten la misma jugada, se va a quejar porque en la otra ocasión, con tres revisiones de VAR, concedieron penalti.

¿Cree que si la gente arbitrara al menos una vez en su vida tendría más respeto?
Sí. Hacerlo te sirve para darte cuenta de los complicado que es y quizá la gente tendría más respeto. Pero el forofismo es muy parcial y nos puede. Hay gente que es capaz de justificar lo injustificable solo porque se trata de su equipo.

¿Qué objetivos o sueños tiene en su cabeza a corto y largo plazo?
En el arbitraje tienes que ir temporada a temporada. Ahora quiero disfrutar de la categoría, porque en fútbol femenino solo tengo por delante la internacionalidad, y lo veo prácticamente inalcanzable. Además, que a nadie se le olvide que hay descensos, por lo que quiero mantenerme y disfrutar, disfrutar mucho. En masculino también me estreno en preferente, pero como la temporada va a ser muy extraña, de momento solo quiero empezar y que vayan surgiendo las cosas. Ya, si hablamos de sueños, arbitrar en la final de la Copa de la Reina lo sería. O en esta temporada, que va a ser la primera vez que haya un clásico, estar en un Madrid-Barcelona no estaría nada mal. Sería otro sueño.

El arbitraje, en su caso, ¿es un hobby o se puede considerar un trabajo?
Un hobby. He dicho antes que la Liga Iberdrola a día de hoy se podría equiparar con la Segunda B, y ahí los compañeros tampoco pueden vivir arbitrando. Solo si se diera un salto a las condiciones que existen en la Primera y Segunda masculinas se podría considerar un trabajo.

¿No es duro compaginar el trabajo con una afición así?
He hecho muchas locuras para volver a trabajar los lunes. El fin de semana no es de relax. Empiezas la semana todavía más cansada, pero merece la pena. Es un hobby con mucho sacrificio. Hay compañeros que los días libres de su curro los gastan en arbitrar. La gente que tienes alrededor, como tu pareja o tus amigos, te tienen que comprender.