La negociación del convenio del metal se aplaza a verano

L.M.
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Patronal y sindicatos acuerdan posponer la primera reunión para negociar las condiciones laborales de más de 20.000 burgaleses a la espera de que la crisis del coronavirus aminore

El convenio del metal, al ser Burgos una provincia eminentemente industrial, es el más importante de todos los que afectan a los trabajadores. - Foto: Luis López Araico

Todo iba según lo previsto. Lejos quedaba ya el 14 de julio de 2017, cuando patronal y sindicatos habían rubricado el convenio del metal para el periodo 2016-2020. El primer paso lo dieron en UGT, donde a mediados del mes de enero ya constituyeron la plataforma de sus sindicato para la negociación del acuerdo, en la que marcaron sus exigencias. Días después, y en el mismo escenario, CCOO reunía a buena parte de sus delegados en las empresas burgalesas del sector para abordar sus condiciones y pactarlas. La segunda semana de febrero se alcanzó un pacto para fundir en una sola las plataformas sindicales y acudir a las reuniones con la patronal de manera conjunta, lo que a buen seguro repercutiría en una mayor presión y garantías para todos los empleados del metal en Burgos, que en la provincia rondan los 20.000.

No obstante, y cuando todo parecía estar a punto para el inicio de las conversaciones, el parón productivo a causa del coronavirus y la centralización de esfuerzos en tratar de revertir una situación hasta la fecha desconocida a provocado que ambas partes acuerden aplazar la primera reunión hasta que la tormenta cese, algo que lleva al verano con toda seguridad este encuentro. En él se acordarán la periodicidad de las citas entre sindicatos y patronal, así como comenzarán a tantear las distintas propuestas que cada parte negociadora sostenga.

"Mandamos una carta a los sindicatos explicando que con el confinamiento era imposible ni tenía sentido tratar. Estamos a la espera de ver dónde nos encontramos cuando todo esto termine", indica Andrés Hernando, presidente de Femebur.

Referencia regional. Se trata del convenio más importante de cuantos rigen las condiciones laborales de los empleados burgaleses, por lo que las condiciones que salgan del mismo cada cuatro años son cruciales para el bienestar y devenir de miles de familias. Además, según apuntan desde los propios sindicatos, sirve de ejemplo o punta de lanza para negociaciones de otros lugares como Palencia, León o Valladolid, así como para el resto de sectores que deben actualizar el suyo. "Tiramos del carro, los responsables sindicales que nos han precedido tuvieron el acierto de no firmar convenios propios en grandes empresas que desmovilizan el sector", afirma Ramiro Marijuán, responsable de Industria en UGT, que recuerda el alto grado de movilización que tiene este sector entre las filas sindicales.

La revisión de las tablas de retribuciones uno de los principales caballos de batalla que discutirán sindicatos y patronal durante los próximos meses, y que han pactado que sea del 3% sobre todos los conceptos. Además, añaden la condición de que si el IPC registra el 31 de diciembre de 2020 una subida superior al 2%, los salarios se revisarán en exceso con efecto retroactivo a principios de curso, y que se abonaría en el primer trimestre de 2021. Otra de las exigencias es regular la subrogación del personal, una práctica muy extendida entre las empresas de la industria. 

El documento firmado por ambos sindicatos especifica que, al término de la concesión de una contrata, los trabajadores de la compañía saliente "pasarán a estar adscritos a la nueva titularidad de la contrata, quien se subrogará en todos los derechos y obligaciones". Las mercantiles a las que les afecte el convenio del metal y que externalicen o subcontraten actividades, estarán obligadas a manifestar, en los pliegos de contratación, la obligatoriedad de subrogación del personal que desarrolle dichas actividades y a hacer que se cumplan con efectividad.