El juego en la pintura está siendo el talón de aquiles del San Pablo en los últimos partidos. Ni Goran Huskic ni Augusto Lima están teniendo el protagonismo esperado y el equipo lo está acusando tanto en defensa como en ataque. No han superado los 10 puntos entre los dos en ninguno de los últimos cinco encuentros, mientras que los interiores rivales han campado a sus anchas. Shermadini se lució en Tenerife (22 puntos y 10 rebotes), De Jong brilló con el Pau (35 puntos) y Justiz fue un muro con el Zaragoza que los azulones no supieron derribar. Lo mismo ocurrió ante el Valencia, duelo en el que Ndour, Dubljevic y compañía sellaron la zona. «Tenemos que mejorar a nivel global, no solo un jugador o una posición. La defensa siempre es colectiva», reconoció Joan Peñarroya en referencia a los problemas que está teniendo su equipo por dentro.
Aunque nadie duda de que el gran arma de esta plantilla es su potencial en la línea exterior, la escasa producción burgalesa por dentro es preocupante y sorprendente porque argumentos tiene. No en vano Huskic fue uno de los jugadores más valorados de la Liga Endesa el año pasado y Augusto Lima ya demostró en los primeros encuentros de la temporada su poderío interior.
Sin embargo, ambos han pasado desapercibidos en los últimos duelos. Ni contra el Valencia, Zaragoza, Tenerife, Bandirma y Pau superaron los 10 puntos entre los dos y su producción reboteadora tampoco fue buena. De hecho, en Canarias solo realizaron cinco capturas entre los dos. Estas cifras chocan al tratarse de dos pívots con consagrados en la ACB.
Cuando los triples no entran se hacen más evidentes las lagunas en ataque, muchas veces porque los directores de juego no consiguen encontrar con asiduidad a los más grandes para que estos produzcan y no depender tanto del juego exterior. Más, cuando Earl Clark, estrella y referente del equipo, tiende más a abrir el campo que a pelearse bajo el aro.
Frente al AEK de Atenas, el San Pablo tendrá una prueba exigente ante jugadores de mucho nivel y deberá cerrar esa vía de agua si quiere regresar a la senda de la victoria.
MIQUEL SALVÓ
Miquel Salvó no entró en la rotación de Joan Peñarroya en el último partido liguero contra el Iberostar Tenerife ni tampoco lo hizo en los dos últimos duelos de la Basketball Champions League (BCL) contra el Bandirma y el Pau-Orthez. El ‘ala-pívot’ catalán, que llegó el pasado verano procedente del Gipuzkoa Basket, está teniendo muy poco protagonismo en este último tramo de temporada. La última jornada que jugó fue contra el Casademont Zaragoza y solo apareció en pista cuatro minutos. La irrupción de Jasiel Rivero en la competición europea, unida a la competencia que hay en el puesto de ‘4’, le han impedido tener minutos. Tampoco Javi Vega está gozando de muchos, ya que todo el protagonismo recae sobre Earl Clark, la estrella del equipo.