Y el Maestro visitó al fin Caleruega

L.N.
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El filipino Gerard Timoner, 88° sucesor de Santo Domingo, cumple su sueño de conocer la cuna del burgalés más universal

El maestro de la Orden, cuarto por la izquierda, durante su visita al Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega. - Foto: L.N.

Sueño cumplido. El maestro de la Orden de Predicadores, el filipino Gerard Timoner, visitó Caleruega, cuna de Santo Domingo de Guzmán, coincidiendo con el VIII Centenario de su muerte. Este lugar, aseguró, "es como Nazaret o Belén para los cristianos". 

Emocionado en su primer viaje a la localidad ribereña, el fraile asiático, que ejerce como el 88º sucesor de Santo Domingo desde que fue elegido maestro en julio de 2019, puso en valor la figura de uno de los religiosos más conocidos e importantes de la Iglesia, que dedicó su vida a la religión y en la actualidad su obra se extiende por los cinco continentes. En Caleruega "visitamos su hogar, el lugar de su nacimiento en la tierra", destacó, acompañado por frailes de Madrid, Valladolid o Roma. 

La visita de Timoner a la cuna de Santo Domingo de Guzmán, considerado por muchos como el burgalés más universal, se enmarca dentro de un viaje de peregrinación y más concretamente por la celebración del año jubilar con motivo de los 800 años de la muerte del santo. Timoner exprimirá al máximo su semana en España. Antes de oficiar la eucaristía del Día de la Hispanidad en Caleruega, visitó a las monjas dominicas. El lunes por la noche también se reunió con los monjes de Santo Domingo de Silos, ya que Juana de Aza peregrinó hasta esta localidad y el encuentro les sirvió para, de cierta forma, rememorar aquella peregrinación. 

Antes de la misa, Timoner reservó unos minutos para visitar la exposición Domingo de Guzmán, los orígenes de un santo universal, y se detuvo especialmente ante dos obras. Por un lado, la urna con la reliquia de Santa Juana de Aza, del siglo XVIII, en cobre sobredorado, vidrio y madera, así como la urna con la reliquia del beato Manés de Guzmán y el documento acreditativo de autenticidad de 1833. Y, por otro, prestó una especial atención a la pila que acogió las aguas de bautismo del patrón de la provincia de Burgos y que ha vuelto a Caleruega después de cuatro siglos. En 1605, Felipe III ordenó llevarla a Valladolid para el bautizo de su hijo Felipe IV, estrenando lo que ahora es la tradición de utilizar esta pila para bautizar a los herederos de la Corona, a excepción de Juan Carlos I, bautizado en Roma. Cabe recordar que esta pila se puede visitar en el Real Monasterio de Santo Domingo hasta el 14 de noviembre. 

Vida fraterna. La tarde se completó con un desplazamiento hasta Lerma y de ahí a León. El resto de días, Gerard Timoner conocerá Valladolid, Mayorga, Olmedo, Madrid o Sevilla. Siempre con el objetivo de promover los valores de la misión. El maestro subrayó que para Domingo "era muy importante que la nueva predicación se fundamente en la vida fraterna y comunitaria". Ese mensaje, defendió, se mantiene hasta hoy.

En esta línea, recordó las palabras del Papa Francisco en su carta a la Orden del pasado 24 de mayo en la que remarcó que su gobierno "es una verdadera estructura sinodal".