La Concejalía de Licencias del Ayuntamiento de Burgos ha firmado una resolución en la que ordena la retirada del toldo o jaima que el propietario de la vivienda de la plaza Alonso Martínez instaló en el tramo de muralla que se conserva en pie en la calle Trinidad (junto a Capitanía), espacio de la antigua fortificación sobre el que tiene derecho de su uso y disfrute. El mandato municipal, también es cierto, llega después de que este elemento haya sido desmontado, pero en el número 1 de la Plaza Mayor desconfían de que se vuelva a montar.
El culebrón se inició hace ya cuatro años, cuando el propietario de la vivienda, que había adecentado la muralla con sus recursos (también para su disfrute), instaló un estructura metálica a modo de cenador. El Ayuntamiento trató de forzar su retirada pero no lo consiguió hasta que recientemente los juzgados le dieron la razón.
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