Pocas visitas a los concesionarios en su reapertura

L.M.
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Desde ayer ya se permite, siempre con cita previa, acudir a las exposiciones para la compra de automóviles. Los talleres aglutinan muchos clientes con mantenimientos pendientes

Cada automóvil está perfectamente higienizado enGrupoJulián. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Sin apenas movimiento.Así se vivió buena parte de la jornada laboral de ayer en los concesionarios burgaleses, que desde este lunes pueden reabrir su actividad comercial al público -siempre con cita previa-. En GJ Automotive (anteriormente Grupo Julián) ya habían podido atender clientes la semana pasado pero con parte de sus exposición cerrada al público -solo los 400 metros cuadrados que permitía la ley- pero con el visto bueno que dio el Gobierno el fin de semana pasado ayer ya pudieron atender en la totalidad de sus instalaciones.

Si durante los últimos días las visitas apenas alcanzaban las 5, la apertura total de su espacio no se tradujo en un aumento, sino en el mantenimiento de la tendencia.Eso sí, no faltaron las medidas de seguridad con las que tan familiarizados estamos: dispensador de gel desinfectante a la entrada, guantes para su uso obligatorio o incluso mascarillas gratuitas. «La gente tiene el freno echado y miedo por venir, y yo les digo todo lo contrario; ahora son muy pocos los clientes y van a estar mucho más cómodos y la atención va a ser mucho más personalizada de lo que lo es ya de por sí», explica Guillermo Díaz, gerente comercial, que indica que ha atendido a varios sanitarios en búsqueda de un coche para subir y bajar a trabajar al hospital, a repartidores o a empresas que no han parado. 

En sus vecinos Autobafer la situación era ayer prácticamente igual y apenas hubo movimientos salvo en el taller. «Estamos gestionando ventas que se quedaron pendientes de matriculación antes de la pandemia», apuntan desde el concesionario. Durante la mañana de ayer estuvieron revisando su cartera de clientes precierre, llamando a los que tenían en cartera e interesándose por sus intenciones. Poco a poco, según vaya transcurriendo la semana, irán sacando vendedores del ERTE que tuvieron que aplicar, como la inmensa mayoría de sus competidores. «Que venga gente nueva interesada por comprar un coche es difícil, muchos no saben ni por dónde se pueden mover como para comprarse un coche», destacan. 

Medidas de seguridad. A las clásicas precauciones al entrar a cada centro se une el cuidado que los concesionarios están poniendo en marcha protocolos para garantizar la completa higiene en el interior de sus vehículos en exposición. Cada coche se encuentra perfectamente limpio, y cuando una persona se interesa por un modelo en concreto, se desprecinta la banda que asegura el tratamiento con ozono o cualquier otro material. «Colocamos dos fundas en cada asiento que se utiliza y un nuevo pisapapel (para los pies) por cada cliente», apunta Díaz, que recuerda que cada automóvil se vuelve a desinfectar y se le aplica un tratamiento con dicho gas tras la salida de los compradores.

El área que sí registra más movimiento es el taller: muchos burgaleses acuden por problemas en las baterías de sus vehículos tras semanas de parón o para realizar los mantenimientos requeridos o pactados que no se han podido completar. «Hemos estado en servicio de guardia y urgencia para atender incidencias, especialmente a los fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», indica el gerente comercial de GJ Automotive.Cada empleado cuenta con su mascarilla y pantalla individual para garantizar al máximo la higiene.