Las pensiones ya son el principal ingreso en seis barrios

H. JIMÉNEZ
-

Una cuarta parte de la renta de la ciudad proviene de las jubilaciones y para zonas tan dispares como Sagrada Familia, Juan XXIII, la plaza Santiago o Calzadas los mayores suponen su fuente económica prioritaria

Un grupo de edad avanzada contempla la última remodelación de la Plaza Mayor. - Foto: Patricia González

El envejecimiento de la población genera multitud de fenómenos sociológicos y económicos. Nuestros mayores se han convertido a lo largo de las últimas décadas en un colectivo no solo muy numeroso en términos demográficos, sino también clave para el consumo de un gran número de bienes y servicios que sus cada vez mayores pensiones les permiten llevar a cabo.

Gracias a sus altas cotizaciones sostenidas en el tiempo y a la revalorización conseguida pese a las sucesivas crisis, una buena parte de los jubilados ya no tienen las prestaciones miserables de hace 30 o 40 años. Hace tiempo que la pensión media en Burgos superó los 1.000 euros y esto, sumado al gran número de perceptores, hace que una cuarta parte de los ingresos totales que entran a Burgos capital ya provengan de las pensiones.

El porcentaje exacto es del 24,9% según el ‘Atlas de distribución de renta de los hogares’ que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Los datos corresponden al año 2016 y aunque el organismo estatal advierte que se trata de un análisis experimental que lleva a cabo por primera vez y que hizo público hace solo unos meses, lo cierto es que permite obtener conclusiones muy interesantes sobre el origen de los ingresos de las familias a lo largo de toda España.

En el caso de la ciudad de Burgos, la gran mayoría de los ingresos corresponde a los salarios con un 61% pero las pensiones figuran destacadas como la segunda fuente de rentas, por delante del concepto «otros ingresos» en el que se engloban rentas de capital y actividades económicas por cuenta propia, rendimiento de bienes inmuebles, dividendos de acciones o intereses de cuentas bancaria y que supone un 9,8% del total.

A una enorme distancia, demostrando en cierta forma la buena salud económica de la inmensa mayoría de las familias burgalesas, figuran lo que llega proveniente del desempleo (un 1,9%) y de otras prestaciones sociales (un 2,4%).

Si llamativo es el dato global de ingresos, tanto más lo es el análisis por barrio que permite la estadística del INE y que llega por primera vez al nivel de las secciones censales, lo que permite conocer literalmente de qué vive el vecino de cada persona, casi calle por calle en el caso de las divisiones administrativas que son de pequeño tamaño.

Así, aparecen destacados varias zonas de la ciudad donde las pensiones ya se han convertido en la principal fuente de ingresos. Es el caso de 6 secciones entre las que destaca la del entorno de Sagrada Familia, donde la jubilación aporta el 46,4% de la renta del barrio. Porcentajes parecidos, también por encima de los salarios (que siempre son los segundos por su peso en los ingresos totales) encontramos en Juan XXIII, la plaza Santiago, el arranque de la plaza Santiago, la calle Clunia y el entorno de Regino Saez de la Maza y la calle Calzadas. 

Como puede deducirse de esta relación, se trata de barrios con una gran disparidad en cuanto a nivel económico pero que tienen en común el envejecimiento. Más o menos pudientes, las pensiones de los abuelos son importantísimas para la economía familiar de esas zonas.

De cara al futuro, y teniendo en cuenta la evolución de la esperanza de vida y la escasa alegría del mercado laboral, probablemente el fenómeno irá a más. Siempre según la estadística, en El Crucero, la Avenida del Vena-calle Soria y Virgen del Manzano el peso porcentual de los retirados laboralmente está a solo unas décimas de los trabajadores, así que el paso de los años a buen seguro que ahondará en este fenómeno de doble cara. Por un lado, habla bien de nuestro sistema sanitario, de la longevidad de la población y de la buena dotación dineraria de las pensiones. Por otro, refleja una peligrosa dependencia de la economía doméstica respecto a quienes ya no están activos. 

Los salarios 

Analizando detalladamente por conceptos, el salario es de forma destacada la principal fuente de ingresos en el conjunto de la capital, algo común a todas las áreas urbanas de España y más cuando se trata de áreas industrializadas y de servicios, donde el sector primario es residual. La sección censal donde más peso porcentual tiene es la del S-4 (Casa la Vega), pues llega al 85,9% de toda la renta del barrio. 

Los alrededores de Villímar concentran porcentajes iguales o superiores al 80 por ciento, igual que ocurre en la zona más nueva de la carretera de Poza, en Gamonal Norte o en Fuentecillas. Es evidente que la juventud de estos barrios determina que las pensiones pesen poco en el conjunto de la población. Por el contrario, la esquina entre la plaza de España y Reyes Católicos es donde menos importante son los sueldos, lo mismo que sucede en las cercanías de la calle Calzada o en la calle Barcelona y plaza de Santiago.

Las pensiones

El fenómeno contrario sucede con los ingresos por jubilación, que destacan en las zonas ya mencionadas en las que los mayores son la principal fuente de rentas, pero se desploman en aquellas zonas más jóvenes. Junto a los sectores urbanísticos de reciente construcción en la zona norte aparecen también el G-3 (Vista Alegre), claramente una zona de clase media asalariada, e igualmente La Castellana-Hospital del Rey-Cellophane.

El desempleo

Al contrario que sucede en otras zonas de España, principalmente de la mitad sur, el desempleo en Burgos capital arroja porcentajes mínimos respecto al global de los ingresos de las familias. Los punto más destacados son la Barriada Inmaculada y la Barriada Zurbarán, y en ellas se registraban un 5,2% y un 4,1% respectivamente según la estadística de 2016, que presuntamente con la mejoría económica post crisis habrá mejorado, a la espera de ver qué ocurra con las consecuencias del presente coronavirus. Se registran asimismo porcentajes entre el 3 y el 4% en el polígono Río Vena, en el casco histórico alto, en parte de San Pedro de la Fuente o en la calle María Amigo (antigua Pedro Alfaro). 

En el otro extremo, en Regino, Villa Pilar, Cellophane o La Castellana no llegan al 1%, y superan esta cifra por muy poco en el G-3.

Prestaciones

sociales

Las ayudas a la dependencia, la renta mínima de ciudadanía o los ingresos por incapacidad son algo más altos, pero tampoco en ninguno de los casos se supera el 6%. El tope se alcanza de nuevo en la Barriada Inmaculada, que se destaca como la zona más desfavorecida al menos desde el punto de vista de este análisis de renta, seguida por San Juan de los Lagos. 

No llegan al 2% ni en el primer tramo de la Avenida de la Paz (en general toda esa calle tiene porcentajes bajísimos) ni en el G-2 ni en el G-3. De nuevo, se trata de barrios jóvenes que tienen la suerte de no necesitar aportaciones estatales.

Rentas y capital 

Las actividades por cuenta propia de profesiones liberales, ingresos derivados del capital o de bienes inmuebles suponen casi 1 de cada 10 euros que entran a la capital burgalesa y destacan sobre todo en los barrios tradicionalmente considerados como de alto poder adquisitivo como las cercanías de la plaza de España, la calle Calzadas, La Castellana, Virgen del Manzano o la plaza de Venerables.

Es residual su presencia en (de nuevo) las barriadas Inmaculada y Zurbarán, así como en el polígono Río Vena, donde en ningún caso llegan al 3%, evidenciando una vez más que en la capital burgalesa existen enormes diferencias económicas entre barrios pese a su razonable cohesión social mantenida incluso en tiempos de crisis.