La inmensa mayoría de los 1.203 burgaleses que perdieron su empleo durante el pasado mes de marzo tenían un contrato temporal y estaban englobados dentro del sector servicios. En la industria fueron 196 los ciudadanos que engrosaron las listas del paro, y la cifra puede parecer ‘poca’ ante el enorme peso que tiene en la economía local, a pesar de los muchos ERTE que se han producido. Buena parte de la ‘culpa’ de la contención de ese dato la tiene el alza productiva que generan estos días las empresas dedicadas a la agroalimentación, los supermercados o las del mundo de la logística.

Desde Adecco, la directora de la oficina de Burgos, Ana Barbero, admite que desde la semana del 16 de marzo han notado un repunte de la demanda de peones, reponedores y operarios de línea para distintas compañías. "Ahora se ha estabilizado un poco, pero seguimos recogiendo ofertas", asegura, al tiempo que reconoce el parón que han sufrido otros sectores como la automoción, hoteles, restaurantes o cafeterías. "Ha habido un claro cambio de perfiles", indica. Los primeros en acudir a las empresas de ETT fueron las cadenas de hipermercados, dada la histeria y avalancha colectiva que se produjo días antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma. "Tuvimos un repunte bastante alto de reponedores, aunque ahora han bajado los pedidos", admite.

Con respecto a ofertas relacionadas con personal sanitario, ya aunque desde la oficina de Adecco en Burgos no gestionan directamente esos empleos, Barbero explica que sí han recibido llamadas de residencias de la tercera edad en busca de auxiliares de enfermería o especializados en el trato y cuidado de las personas más mayores.
Durante las últimas cuatro semanas han registrado la baja de muchos de sus clientes de las empresas en las que estaban trabajando, especialmente hostelería e industria, aunque confiesa que las propias compañías que ha tenido que desprenderse de esos perfiles "volverán a reincorporarlos cuando la situación se normalice de manera inmediata", sentencia.