Situación límite en la India

Agencias
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La segunda ola de la pandemia avanza imparable en la nación asiática, que bate un nuevo récord de casos y muertos diarios con más de 412.000 nuevos contagiados y 3.980 decesos

El aumento de los decesos ha llevado a que los cuerpos sean incinerados en piras levantadas en mitad de la calle. - Foto: ADNAN ABIDI

La India se ha convertido en el epicentro de la pandemia de coronavirus en el mundo. Y es que la segunda ola continúa su avance de manera imparable en una nación que está ya contra las cuerdas, con cifras récord de contagiados y muertos cada día que pasa y una situación límite ante la falta de recursos para hacer frente a la expansión de la enfermedad.

Los datos son, sin duda, desalentadores: en su último balance, el Ministerio de Salud informó ayer de 412.262 casos y 3.980 fallecidos en las últimas 24 horas, lo que marca nuevos  máximos en las cifras diarias en un país que, según los expertos, aún no han alcanzado el peor momento, ya que se prevé que al pico de la curva se llegue a mediados o finales de este mes de mayo. Y, para colmo, el Gobierno alertó de que una tercera ola es «completamente inevitable».

Tras dos semanas en las que la cifra diaria de positivos se mantiene por encima de los 300.000, la India ya roza los 21,1 millones de infectados desde el inicio de la crisis sanitaria y 230.168 víctimas mortales.

En medio del incremento de contagios, el estado de Karnakata se convirtió en el segundo en romper el récord de 50.000 casos diarios al sumar esa cantidad en el último día, un trágico hito que solo había conseguido Maharashtra, el territorio más afectado hasta el momento, que, precisamente, se anotó 57.640 nuevos afectados.

Con el sistema sanitario colapsado por la falta de camas e insumos para atender a los afectados, el país continúa con su campaña de vacunación, que hasta el momento ha permitido la aplicación de 162,5 millones de dosis, casi dos millones en la última jornada.

Ante esta situación, y a la espera de que llegue la ayuda internacional -consistente en respiradores y material médico-, el Gobierno del gigante asiático reconoció por primera vez que el espectacular incremento de infecciones en el último mes y medio muestra una «correlación» con la mayor presencia de la variante india «doble mutante» B.1.617, aunque todavía no se puede establecer «un vínculo directo».

El alza de casos ha sido también atribuida en el país a una relajación de las medidas contra el coronavirus por parte de la población y a la organización de eventos multitudinarios, como enormes mítines electorales en el marco de varias elecciones regionales o el festival religioso Kumbh Mela, la mayor y una de las más antiguas congregaciones religiosas del mundo. 

La India es la segunda nación más perjudicada por la COVID-19, por detrás de EEUU, que ayer alcanzó los 32,55 millones de casos confirmados y 579.249 fallecidos, después de sumar 846 muertes y 45.074 infecciones en las últimas 24 horas. 

La vacunación en territorio norteamericano avanza con rapidez y, por ello, se espera que en julio se haya conseguido inmunizar a más de un 70 por ciento de la población, si bien desde la Casa Blanca quisieron incidir en que las medidas de prevención son todavía «esenciales» para controlar la expansión del virus.