Con Darwin y Lorca de la mano

A.G.
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El bioquímico Carlos Briones, premio Tesla a su labor como divulgador, ofrece mañana en el @museoevolucion su charla 'Os voy a contar una historia', en la que hace un recorrido por la historia del Universo a través de cuadros de diferentes autores

Con Darwin y Lorca de la mano - Foto: Luis López Araico

Se ha puesto tan de moda, por suerte, la divulgación científica de un tiempo a esta parte que quienes se dedican a ella están a un paso de convertirse en estrellas como las de la música o el cine. Una prueba de esto es que programas de televisión y de radio -sean de actualidad o de humor, o de ambos asuntos- cada vez cuentan más con personas expertas en química, farmacia, matemáticas o biología para explicar las cosas de la vida. La otra, más incontestable, es el éxito que tiene la convocatoria Naukas, que empezó siendo una reunión de amigos interesados en explicar el mundo de la ciencia de forma sencilla y divertida y que se ha convertido en un acontecimiento que llena a rebosar teatros y otros foros en todas las ciudades donde se celebra (en Burgos tuvo lugar en el Museo de la Evolución en el verano de 2018), incluso dejando gente fuera por falta de espacio. Este año, en la edición celebrada en Bilbao, uno de los premios Tesla que entregan a la mejor divulgación ha sido para el burgalés Carlos Briones, bioquímico, biólogo molecular, director del Grupo de Evolución Molecular del Centro de Astrobiología y poeta. ¿Su mérito? Saber aglutinar como nadie las ciencias y las humanidades y haber roto, seguramente para siempre, la frontera  histórica -que, a su juicio, nunca debió existir- entre ambas disciplinas.

"La cultura nos hace a todos más humanos y más libres, es lo que nos diferencia de otras especies y el edificio que venimos construyendo los humanos desde que en Atapuerca comenzaron a golpear unas piedras contra otras. Es un edificio tan amplio que hay que escoger, pero esto no quiere decir que se pierda el interés por todo lo demás", explica el científico, que asegura -y lamenta- que es muy frecuente que haya buenos científicos que viven de espaldas a la música y la poesía y grandes humanistas que no saben quién es Darwin.

A él le interesa todo y ha conseguido mezclarlo con tal éxito que la charla que dio en Naukas el año pasado, titulada Os voy a contar una historia y en la que en poco más de ocho minutos hacía un recorrido por la historia del Universo desde el principio hasta la actualidad a través de cuadros de diferentes autores (de Pollock a Miró y de Van Gogh a Mondrian pasando por Luis Gordillo, Brauner o Palazuelo), se reconvirtió en una de las conferencias con las que el Museo del Prado ha celebrado su bicentenario. En Burgos se podrá escuchar mañana en el MEH dentro del Congreso de Comunicación Social de la Ciencia que organiza la Asociación Española de Comunicación Científica. 

Este año volvió a triunfar en Naukas, además de por el premio, por su montaje Luna, en el que, acompañado por el dúo Flautopía (con la también burgalesa Miriam Ridruejo, a la flauta, y Lola Barroso al piano) y con guión suyo y del director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, hizo un homenaje  musical, poético y científico al 50 aniversario de la llegada humana al mítico planeta (ambas intervenciones, Os voy a contar una historia y Luna se pueden ver en Youtube).

Briones se muestra encantado con este galardón -que ya ocupa un lugar destacado en su casa junto al premio de poesía Hiperión que ganó con apenas 25 años y el Prisma, de los Museos Científicos Coruñeses- y aunque se duele de que toda la labor de divulgación se está haciendo en este país a base de que los científicos le dediquen todo su tiempo libre, afirma que cada vez hay más interés institucional que se refleja en la mayor relevancia que van adquiriendo las unidades de cultura científica de las universidades: "Cuanta más cultura científica tiene una sociedad menos refractaria es a las magias y a las pseudociencias: si todo el mundo supiera algo de geología o astrofísica nadie daría crédito a los terraplanistas y si todos supiéramos algo de química nadie caería en el timo de la homeopatía".