La mejora económica dispara las bajas por enfermedad

G. Arce
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En plena crisis, 15 de cada 1.000 asalariados en Burgos faltaban al trabajo por una incapacidad temporal, hoy son 23. Entre los autónomos, la media se reduce a 9

Las bajas por accidente o enfermedad profesional también suben - Foto: José Miguel Esparcia

El buen momento que ha vivido la economía burgalesa el pasado año también ha tenido su reflejo en el incremento de las bajas laborales entre los asalariados y en su mayor duración. Así, las ausencias del trabajo por enfermedad común el pasado año aumentaron un 17% en la provincia. Se iniciaron 34.294 procesos, a una media de 2.852 al mes, 410 más que lo que se registraba en 2017 y más de 1.000 con respecto a los momentos críticos de ERE y concursos de acreedores vividos en 2013. Y no solo hay más incapacidades temporales ahora sino que la duración media de las mismas ha pasado de 31,98 días a 38,98, es decir, han aumentado una semana de promedio.

El panorama, como decíamos, no era el mismo en el año más duro de la crisis, en 2013, cuando al estadística oficial de absentismo laboral registró los datos más reducidos de las última décadas. Entonces, el número de bajas contabilizadas al año fue un 36% menor que en la actualidad. Había una media de 15 bajas al mes por cada 1.000 trabajadores protegidos, cuando ahora estamos en torno a las 23 en Burgos y 24,9 a nivel nacional.

En la comparativa hay que tener en cuenta no solo el temor al despido que implicaba la ausencia del puesto de trabajo en tiempos de crisis, lo que llevaba a mantenerse activo aunque el cuerpo pidiese lo contrario o la picaresca sugiriese unas vacaciones extra remuneradas. También había una masa de trabajadores menor que la actual por el castigo del paro.

El comportamiento del mercado laboral local no es excepcional y tiene su reflejo a nivel nacional. En España se registraron el pasado año 4,8 millones de bajas, un 13,4% más que en el ejercicio precedente. Su duración media es similar a la que se registra en Burgos (38,6 días) y queda lejos de los 69,45 días que se alcanzaron en León, según los registros de la Seguridad Social, la provincia con las ausencias del trabajo más prolongadas.

Si hablamos de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales (no comunes) también han subido. En 2017 se contabilizaban una media de 474 al mes mientras que el pasado año ascendieron a 513 (6.156 al año). En esta situación están 4 de cada mil trabajadores protegidos, uno más que en el año precedente. La duración media también creció: pasó de 34,49 días a 37,84.

Las bajas por contingencias comunes y por accidente laboral o enfermedad profesional son cubiertas por las aportaciones que realizan trabajadores y empresas a la Seguridad Social.

 

AUTÓNOMOS

A diferencia de los asalariados, los trabajadores autónomos reducen sus ausencias por enfermedad del trabajo, dado que en la mayoría de los casos tienen muy limitadas las prestaciones por incapacidad temporal al cotizar por la base mínima.

La Seguridad Social registra una media de 262 bajas al mes en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y una incidencia de 9 trabajadores por cuenta propia por cada mil protegidos por el sistema, muy lejos de los 23 en los empleados con contrato. La duración media de los procesos es de 83,67 días, uno menos que en el año precedente. La media nacional está en 91,28 días.

 

SEXO

Un reciente estudio elaborado por la mutua Asepeyo aseguraba que el perfil tipo de una baja laboral es el de una mujer de entre 31 y 50 años. Por lo general, son ausencias de corta duración. Las mujeres son protagonistas el 52% de las contingencias comunes frente al 48% de los hombres, diferencia que los expertos atribuyen a que en ellas sigue recayendo los procesos derivados de la conciliación familiar. En Burgos se han producido 404 procesos de alta en hombre frente a los 4.259 de mujeres.

El inicio de las bajas se concentra a principios de semana, el 28% el lunes y otro 20% los martes y los motivos más habituales son las patologías de columna y las psiquiátricas.

Las bajas más largas fueron las psiquiátricas (104,6 días como media) y las más cortas, las cogidas por gripe (8 días).