Oña planea un espacio de emprendimiento en el viejo cuartel

S.F.L.
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El proyecto para las antiguas dependencias de la Guardia Civil, valorado en 500.000 euros, comparte la filosofía del 'coworking' pensado para el matadero

En un principio se pretendían ubicar en el inmueble viviendas sociales. - Foto: S.F.L.

El Ayuntamiento de Oña ha dado un giro en el destino del edificio de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil, que en un principio pretendía albergar pisos de alquiler social, y proyecta transformar el inmueble en un centro sostenible y multifuncional habilitado para emprendedores. Junto al matadero serían ya dos los espacios con los que contaría el municipio para dinamizar la actividad económica local gracias a la construcción de otro área coworking valorada en 509.502 euros.

El equipo de gobierno ha buscado durante años distintas vías de financiación para poder llevar a cabo la reparación de los cinco pisos situados en el inmueble con el fin de arrendarlos a bajo coste, pero finalmente solo ha recibido el apoyo económico de la Junta para rehabilitar uno de la planta baja.

Dentro de los fondos establecidos para la recuperación económica, y más concretamente respecto al Convenio para la Transición Justa de Garoña, por parte de la empresa Tragsatec, el Consistorio oniense ha presentado el proyecto con la intención de generar un espacio donde, tanto la población de la villa como emprendedores de la periferia, dispongan de un lugar desde el que desarrollar sus trabajos. Asimismo, se busca «crear lazos entre personas con ideas que puedan optimizar sus resultados y productividad al generar un espacio de confluencia para individuos con inquietudes e iniciativas», explica el alcalde de la localidad, Arturo Pérez. Asimismo, otro de los objetivos importantes que persigue el planteamiento es el de poner freno a la despoblación promoviendo la generación de riqueza «sin la necesidad de que los habitantes se trasladen a otros núcleos», añade.

En la actualidad el antiguo edificio de viviendas se encuentra en desuso y para mejorar su conservación, la corporación municipal considera que debe tener una utilidad completa. Por este motivo proponen reformar el resto del inmueble, en el que se proyecta ubicar oficinas y un espacio para compartir ideas y trabajos. La adaptación del inmueble requiere la rehabilitación de la vivienda del bajo izquierda y las plantas primera y segunda.

Para tal fin se deberán convertir el piso de la planta baja en una zona coworking, sala de reuniones y zonas comunes con máquinas expendedoras que proporcionarán aperitivos, bebidas y otros productos a los consumidores; y los de los dos niveles superiores en espacios  diáfanos para las oficinas. El antiguo edificio también demanda la mejora de la accesibilidad con una rampa en la entrada, la instalación de sistemas de ventilación, climatización y de un ascensor para la comunicación vertical. Para lograr que el inmueble cumpla con la normativa actual se ejecutarán dos aseos en la primera y segunda planta, se mejorará la eficiencia energética de la envolvente térmica del mismo y se colocarán placas solares.

Pérez califica el proyecto de «ambicioso pero a la vez necesario» para la villa y confía en recibir ayuda de Europa. No obstante, el regidor asegura que de lo contrario el Ayuntamiento está «dispuesto a pedir un crédito para ejecutar las actuaciones mientras se vean expectativas».

Por su proyección, situación, capacidad para la generación de empleo y características dinamizadoras, también han expuesto en la convocatoria de subvenciones la memoria de la puesta en marcha de un albergue juvenil en la antigua residencia de San Salvador según el proyecto que en su día fue iniciado por la Fundación del Patrimonio Natural y la rehabilitación del matadero como nave nido para autónomos y microempresas. El municipio cuenta ya con la financiación para la primera fase de las obras, que comenzarán en los próximos meses.