El comercio retoma la idea de decorar locales vacíos

B.G.R.
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Centro Burgos y Zona G tratarán de colocar vinilos en los escaparates. Lanzarán el proyecto en primavera y piden la colaboración del Ayuntamiento

La campaña quiere lanzarse en los meses de abril o mayo. - Foto: Patricia

El aumento de locales vacíos en los principales ejercicios comerciales de la ciudad, fruto en el último año de las consecuencias económicas de la pandemia, ha llevado a las asociaciones comerciales zonales a retomar con ahínco  un proyecto que permita mantener vivas las calles y atraer a emprendedores. Tanto la agrupación Zona G, de Gamonal, como Centro Burgos proyectan decorar el exterior de las lonjas que están sin actividad con vinilos o adhesivos decorativos.

Las dos entidades incluyen esta iniciativa como «prioritaria» en sus planes de acción de este año para reactivar el sector, que financian a través de los convenios que mantienen con el Ayuntamiento, a quien piden que haga de «intermediario» con los dueños de los locales para que pueda ponerse en marcha. Y es que, las reticencias de estos fueron las que impidieron llevarla a cabo en su momento. Centro Burgos tan solo consiguió ornamentar dos establecimientos en 2015, mientras que Zona G no logró materializarlo en 2018. Sin embargo, el gerente de esta última, Borja García, subraya que la situación ha cambiado y se ve agravada por la crisis sanitaria, por lo que confía en obtener mejor respuesta.

Con un presupuesto estimado de 5.000 euros, la asociación de comerciantes de Gamonal lanzará la propuesta en abril enviando comunicaciones a los propietarios de los locales, que «no tienen que correr con gasto alguno», según precisa García. En este sentido, avanza que comenzarán por aquellos que sean «más visibles» y que se ubiquen en las principales calles del barrio, dando prioridad a los que presenten peores condiciones de conservación, donde colocarán los elementos decorativos «como si el comercio continuara abierto».

El gerente de Zona G considera que esta iniciativa tiene repercusiones positivas para el sector por cuanto mejora la imagen de la zona comercial, además de que agrega que el hecho de que en una calle se concentren varias lonjas sin actividad no resulta atractivo para quienes estén pensando en montar un negocio. Además y para facilitar la participación, precisa que se respetarán los carteles de las inmobiliarias y se ofrecerá a los dueños que los elementos decorativos puedan colocarse por fuera para evitar el acceso al interior.

Por su parte, la gerente de Centro Burgos, Belén Marticorena, añade una ventaja más al proyecto. «Un escaparate con vida es más fácil de alquilar o vender» subraya, al tiempo que destaca que son varias las calles que encadenan locales vacíos en alguno de sus tramos. La entidad volverá a tratar de hacer realidad este proyecto, tras un primer intento frustrado hace seis años a raíz del cierre de sucursales bancarias. No obstante y pensando en que pueda repetirse, valora otras opciones que persiguen el mismo objetivo. Al respecto, avanza la posibilidad de que puedan ser utilizados por otros comerciantes como lugar donde exponer sus propios artículos de venta. «Queremos que las calles sigan vivas para que pueda recuperarse la actividad comercial», concluye.