San Lesmes separa a los Gigantillos del reparto de pinchos

I.L.H.
-

La fiesta del patrón contará con un escenario en San Juan para los bailes y, distribuidas por la zona, dos casetas para la venta de panecillos y otras dos para chorizo y morcilla. «Recuperamos una normalidad controlada», afirma Festejos

Las tradiciones se transmiten de generación en generación. Tras la ausencia el año pasado, los pequeños volverán a admirar a los Gigantillos en la plaza de San juan. - Foto: Luis López Araico

Ha llegado el momento de retomar las fiestas y tradiciones más populares y concurridas. «Vamos a recuperarlas con una normalidad controlada, con ajustes, mesura y responsabilidad», sostiene la concejala de Festejos, Blanca Carpintero. La gestión de las colas en el reparto de los titos ha sido una prueba de que, con itinerarios marcados y prudencia ciudadana, pueden evitarse las aglomeraciones incompatibles con épocas de pandemia. «Los cofrades me han transmitido que agradecieron la sensación de orden. Quizá a futuro hay que seguir con estos planteamientos, con itinerarios intuitivos y colas marcadas. Haciendo los reajustes oportunos, es una mejora que habrá que tener en cuenta».

La segunda prueba la tendremos con la celebración de San Lesmes el último fin de semana de enero, una fiesta que el año pasado se quedó sin las actividades más populares: el baile de los Gigantillos y el reparto de pinchos.

Para poder retomarlo la concejalía de Festejos ha previsto descartar el baile a pie de calle y colocar un escenario junto al monasterio de San Juan: «De esta manera despejamos la plaza al evitar el círculo que se creaba para ver bailar a los Gigantillos, danzantes y grupos de danzas, y el público puede observarlo de manera ordenada, porque al estar en altura no hace falta que se acerque tanto», señala.

Se evita así un punto de aglomeraciones. El otro se generaba alrededor de los panecillos y los pinchos de chorizo y morcilla. Pero para esto también hay remedio: distribuir 4 casetas por las zonas aledañas y gestionar las colas con ayuda de Policía y Protección Civil como en la fiesta de San Antón.  

Según el plano con el que trabajan, habrá dos puestos de chori-morci: uno en la calle San Lesmes, junto a la churrería, y otro pegado a la fachada del monasterio de San Juan en la zona cercana al monumento homenaje a Antonio José.

Y habrá otros dos puestos para los panecillos, colocados a ambos extremos del escenario y con las colas orientadas hacia la calle Aurelio Alemán (la de la Biblioteca) y el extremo opuesto (avenida de la Paz, por el pasaje peatonal). 

Vuelve Diego Porcelos. La Federación de Peñas de San Lesmes recupera el homenaje al fundador de la ciudad con un acto el sábado 5 de febrero que contará con una recreación histórica con caballos y jinetes de época. Y en el paseo del Empecinado colocarán una placa en recuerdo a los afectados por la pandemia, donde los burgaleses podrán llevar flores. También retoman el Báculo de Oro, como les contamos en la página siguiente.