Caminante, sí hay camino

S.F.L.
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Los vecinos de Carcedo de Bureba se prestan a acondicionar una senda para andarines y deportistas la utilicen

Agustín, Begoña, Pilar, Teresa y José (de izq. a dcha.) se reúnen un par de veces a la semana para realizar los trabajos de adecuación del sendero Fuentemedina. - Foto: S.F.L.

Lo que un día se asemejó a una ‘gran vía’ reservada exclusivamente al tráfico de maquinaria agrícola, por la que los trabajadores del campo de Carcedo de Bureba transitaban ‘a sus anchas’ con sus pequeños tractores para llegar a sus fincas, acabó por transformarse en una ‘gran selva’, que ni los animales más intrépidos conseguían atravesar. Gracias al empeño del equipo de gobierno local, presidido por Ángela Ruiz, y las ganas de colaborar de los vecinos, varios caminos del pueblo volverán a utilizarse, en esta ocasión, por senderistas y deportistas.

Agustín, Begoña, Pilar, Teresa José y José Luis, entre otros, han encontrado en la rehabilitación de la senda un nuevo entretenimiento. No se reúnen todos los días porque cada uno tiene sus obligaciones, pero sí un par de veces por semana, siempre y cuando el tiempo lo permita. Cada uno aporta de manera altruista el cien por cien de sus capacidades y tiene claro el papel que cumplen dentro de la ‘cuadrilla de trabajo’ formada. «Unos pasan el tractor para nivelar la tierra, otros cortan ramas, otros las recogen y todo esto en un ambiente de lo más familiar», destaca José Luis Ruiz, concejal de la localidad que también colabora en las labores.

La intención es finalizar con la recuperación del camino rural Fuentemedina antes de que lleguen los meses de verano, con el fin de ofrecer a los paseantes una nueva posibilidad para ampliar sus recorridos. «Este sendero une el pueblo con Rublacedo de Abajo en un recorrido de casi dos kilómetros. Pero también sirve como empalme para coger otras rutas, como la Vía Verde Santander-Mediterráneo, que pasa por Arconada», explica la regidora.

No obstante, los deportistas tendrán que esperar unos meses para que la travesía se encuentre totalmente adaptada para transitarla corriendo o en bicicleta. «Las raíces de los árboles que hemos cortado tienen un pequeño saliente y hasta que no las repasemos con maquinaria no se recomienda practicar deporte aquí porque puede surgir un accidente», aclara.

El Ayuntamiento planea arreglar otros caminos no solo en Carcedo sino también en las pedanías de Quintanaurria y Arconada, con idea de que los agricultores dispongan de un «acceso digno» a sus terrenos. Para afrontar la inversión se destinará una partida del presupuesto que a día de hoy se desconoce porque el proyecto aún no está redactado.

Pero el voluntariado de los residentes en el pueblo no termina en la tierra. También se van a encargar de la restauración del mobiliario de la iglesia de Santa Eulalia, cerrada al culto desde hace más de 40 años. «Con el arreglo del tejado, la retirada de escombros y los altares, confesionarios y bancos reformados pretendemos que se oficie misa a partir del próximo año», declara la joven política.