El transporte no despega

Carlos Cuesta (SPC)
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Las medidas restrictivas de movilidad mantienen a ralentí una actividad esencial para la expansión económica que no consigue levantar el vuelo por los continuos rebrotes y la lenta vacunación

El transporte no despega

Las consecuencias de la crisis derivadas de la pandemia del coronavirus han protagonizado un efecto muy negativo en la mayor parte de las actividades, como han puesto de manifiesto los resultados económicos registrados en 2020.

El ejercicio pasado dejó una fotografía demoledora en términos generales con casi 68.000 empresas que se destruyeron de todos los sectores, la mayoría pequeñas y medianas, con menores recursos de solvencia y con una menor capacidad para afrontar la crisis.

Uno de los termómetros más importantes es el que aporta el transporte, que revela, además del volumen de la actividad de las empresas, el nivel de consumo del país. Como puede verse, desde que se declaró el estado de alarma y se impusieron las estrictas medidas de confinamiento, los balances publicados del pasado ejercicio fueron mayoritariamente negativos.

El transporte no despega El transporte no despega - Foto: RENFEEn este contexto, las compañías aéreas trabajan ante el reto de sobrevivir otro año más bajo mínimos, lo que sumaría dos ejercicios en negativo y, también, después de que el INE confirmara que el número de viajeros que utilizó el avión para desplazarse por el país se desplomó un 60,5% en 2020 respecto al ejercicio anterior, y los que eligieron los trenes AVE bajaron un 66%. 

Se trata de los mayores descensos de la serie histórica. Solo 16,9 millones de usuarios emplearon el transporte aéreo el año pasado, cifra superior a los que se movieron en tren de Larga Distancia, con 11,8 millones. Dentro de este segmento, los viajeros de la Alta Velocidad sumaron 7,6 millones de clientes.

El desafío de la Alta Velocidad para este año es consolidarse como el medio de transporte de pasajeros más seguro y sostenible en España. La entrada de nuevas compañías que rompen el monopolio va a cambiar el panorama por completo.

En este sentido, el turismo, verdadero motor del transporte aéreo y en menor medida el ferroviario y por carretera, ya ha dado por perdido el primer semestre y el tráfico que se produce en Semana Santa, y ve el verano con una gran preocupación. 

Para entender la magnitud de este problema, los economistas ponen como ejemplo que solo la industria de los cruceros en España acumuló el pasado año unas pérdidas de 2.400 millones de euros por la pandemia y por la posterior interrupción de salidas, frente al 2019 que declaró una facturación de casi 6.000 millones, aportando 2.800 millones al PIB nacional. Y no solo las cifras económicas, se estima, además, que 50.031 puestos de trabajo se crearon en el país en 2019 en esta actividad que generó más de 1.500 millones en salarios.

Las previsiones señalan que será complicado que se produzca una mejora en los tránsitos de turistas en el primer semestre del año y se muestran prudentes a la espera de que la pandemia reduzca los contagios y se masifiquen las vacunas.

Por su parte, el transporte ferroviario fue utilizado por casi 335 millones de viajeros, un 47,4% menos que en 2019, de los cuales 308,3 millones correspondieron a usuarios de Cercanías (-45,8%); 14,7 millones a Media Distancia (-55,6%), y 11,8 millones a Larga Distancia (-65,6%).

En esta línea, el transporte interurbano por autobús fue utilizado por 397 millones de personas en 2020, un 45,5% menos que en 2019, mientras que la movilidad marítima se desplomó un 52,1%, hasta los 5,6 millones de usuarios.

Con el respecto al transporte aéreo de mercancías, al igual que los demás tipos de medios que ofrecen este tipo de servicios, se ha visto fuertemente afectado por el desarrollo de la pandemia y aún se siguen notando sus efectos adversos y caídas de facturación durante el primer trimestre de este ejercicio. 

En España, los cinco aeropuertos de la red de Aena que más mercancías mueven, el Adolfo Suárez Madrid Barajas, Zaragoza, Barcelona El Prat, Vitoria y Gran Canaria, suponen el 93,57% del total, con un total de 737.252 toneladas.

También el sistema portuario español cerró 2020 con un descenso de movimiento de mercancías importante, aunque inferior al que inicialmente se preveía por la crisis sanitaria. El volumen del tráfico de productos gestionado por los 46 puertos  coordinados por las 28 autoridades responsables, se situó en 515,68 millones de toneladas, lo que significó un retroceso de un 8,6%.

Previsiones

El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) del Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que un 6,9% de las compañías de transporte con menos de 10 empleados en España, probablemente, se verán obligadas a cerrar en el primer semestre de este año debido a la fiscalidad, las dificultades de liquidez, el incremento de la morosidad y la falta de medidas de protección sanitarias obligatorias.

En definitiva, la industria del transporte se presenta como una carrera de fondo no exenta de obstáculos y de amenazas, pero que si la vacunación consigue la inmunidad de rebaño, no cabe duda que las empresas que lo integran serán capaces de afrontarlo con éxito. 

Un año que presentará oportunidades que exigirán un esfuerzo común de todas las partes con alianzas estratégicas y la aplicación de las nuevas tecnologías al servicio de la logística, especialmente la digitalización, sin olvidar las demandas financieras que exige el sector para afrontar sus pagos corrientes y las inversiones necesarias.