Claudio Medina se reconcilia con el gol y es ambicioso

ROBERTO MENA
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El delantero leonés ha marcado en los dos últimos partidos en casa y ha acabado con la sequía que le perseguía desde su llegada. Cree que su mejor versión está por llegar «no solo en el @Burgos_CF, sino en mi carrera»

Claudio Medina celebra el gol que el pasado sábado le dio la victoria al Burgos CF ante la Cultural Leonesa. - Foto: Jesús J. Matías

Claudio Medina fue una de las apuestas del área deportiva del Burgos CF el pasado verano. El club se armó de paciencia y esperó a que el delantero leonés se desvinculara del Elche, que acababa de ascender a Primera. Fue uno de los últimos en llegar, a lo que hay que añadir que en la pasada campaña solo jugó 396 minutos, por lo que le costó entrar y dar muestras de su calidad. Con el paso de las jornadas comenzó a aportar al colectivo, aunque le faltaba el gol, un elemento esencial para un delantero. Asegura que mantuvo «la tranquilidad», sobre todo porque el rendimiento del equipo era bueno y estaba en las primeras posiciones. «No estaba triste o decepcionado, sino con esas ganas de meter el primer gol para ayudar. En lo personal soy exigente, pero lo principal era que el Burgos ganara y jugara bien y eso se estaba cumpliendo», explica. 

Mantuvo la calma y con los goles ante el Real Valladolid y la Cultural Leonesa llegó su «liberación personal». Reconoce que a los hombres de ataque ver puerta les aporta «la confianza para dar ese plus al equipo». Llegó a fallar un penalti en el choque ante el Real Oviedo B, en el que tuvo además otras claras ocasiones, aunque se mantuvo firme pese a la adversidad y es que «sabía que el gol llegaría, que era cuestión de tiempo».

La afición y el vestuario entendieron su mala racha y trataron de ayudarle. La grada estalló cuando se estrenó ante el Real Valladolid B. «Pareció que tenían más ganas que yo de que marcara», comenta. Se muestra «muy agradecido» por el ánimo de los aficionados y señala que su deseo es ver el campo «lleno, aunque con 1.000 o 2.000 personas como el día de la Cultural da la sensación de que está repleto porque no paran de animar y cantar», declara.

Su mejor versión está por llegar, «aunque no solo en el Burgos CF, sino en mi carrera». «Creo que estoy en la mejor edad para ser futbolista, ya que tengo el nivel máximo de físico y de experiencia. No me voy a conformar con lo que tengo y trataré cada día de ser mejor entrenando a tope y siempre beneficiando al equipo», declara. 

Entiende que el parón competitivo de esta semana le vendrá bien al equipo. Era consciente de que esta temporada iba a tener descansos obligados por las circunstancias y cree que será positivo «para recuperar jugadores». Está convencido de que no jugar un fin de semana no cambiará la buena dinámica en la que llega el equipo a estas tres últimas de la primera fase de la competición liguera.

Prevé un año bonito. Destaca el gran nivel que tiene la plantilla del Burgos CF y sus buenas sensaciones. «Como ya dije cuando llegué, creo que a va a ser un año bonito. No quiero decir con esto que es seguro que vamos a ascender seguro, pero sí que vamos a estar ahí», explica. Para Claudio solo la mala suerte les puede privar de aspirar a todo en este curso. Si no llegan complicaciones y el equipo está al cien por cien «el Burgos tiene altas posibilidades de hacer cosas buenas», indica.

La victoria ante la Cultural Leonesa de la pasada jornada fue un paso casi definitivo para que el equipo se asegure un lugar entre los tres primeros clasificados. «Hasta ahora ha sido el partido más importante del año porque  han vencido a un rival directo, le hemos ganado el golaverage y además le hemos alejado en la tabla», comenta. Sin embargo, enseguida advierte de que deben mantener la guardia alta para alcanzar el éxito.

Habla de una campaña «diferente» en la que ningún equipo se puede relajar. Señala que todos los puntos suman en el siguiente ciclo competitivo. Indica que no es suficiente con ser primero porque «los tres puntos que no ganes ahora igual los necesitas en la siguiente fase».

Acariciar con la yema de los dedos el pasaporte a la Segunda BPro, competición de nuevo cuño que verá la luz la próxima temporada, ha tenido un efecto tranquilizante en el vestuario burgalesista. Claudio Medina reconoce que esa presión la vivieron en las primeras jornadas. «Un club como el Burgos tiene que estar arriba por presupuesto y por ciudad. Lo tenemos encarrilado y tenemos la tranquilidad de que si pinchas un día seguirás primero. Además aporta confianza para afrontar partidos importantes», concluye.