El silencio y las dudas se imponen a pie de calle Vitoria

Á.M.
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La mayoría de los comerciantes prefiere no manifestarse públicamente ante el anuncio de un nuevo proyecto. Los que sí se atreven a hablar tienen diferentes visiones de cómo hacerlo

El silencio y las dudas se imponen a pie de calle Vitoria - Foto: Alberto Rodrigo

«Muy pocos se atreven a hablar después de lo que pasó en 2014. Pasaron cosas graves». Así resumen en la Asociación de Comerciantes de Gamonal Zona G el estado de ánimo a pie de la calle Vitoria, esa que el PSOE parece dispuesto a intentar convertir en lo que el alcalde, Daniel de la Rosa, ha calificado como «avenida comercial» en un indisimulado intento de huir de la palabra con la que toda la ciudad conoce los planes de conversión de la antigua travesía: bulevar. La calle Vitoria acumula en su tramo más alejado del centro docenas de locales cerrados, pero todavía son más los que hay abiertos. Sin embargo, no es fácil encontrar a propietarios de negocios que quieran dar su opinión. Ni de lo que se supone que pretende ahora el PSOE ni de lo que ocurrió en enero de 2014. La realidad incuestionable es que tanto el barrio como su arteria principal están hoy urbanística y comercialmente más deteriorados que entonces.

Ya sea dando la cara o sin darla, en lo único en lo que todos parecen coincidir es en que es necesario invertir en la calle Vitoria. El PSOE, por su parte, no ha especificado nada de lo que pretende hacer. Salvo rehuir la palabra bulevar y anunciar antes de disponer de cualquier tipo de documento técnico que no habrá aparcamiento subterráneo, nada se ha concretado, si bien el ‘proyecto’ sigue adelante.
En el expediente tramitado en dependencias municipales para contratar un estudio técnico -se desechan todos los ya existentes- que concrete qué se puede hacer en la calle Vitoria consta que el objeto de destinar 60.000 euros más a esta cuestión es la «reordenación de los espacios de la calle con el fin de aumentar el espacio peatonal y de estancia, ajustando las dimensiones de los carriles de circulación a la normativa vigente», «dar solución a la movilidad con bicicleta», «adecuar las paradas de autobús y taxi», la «renovación del pavimento y firmes en aceras, calzadas y de la jardinería con su correspondiente sistema de riego» y la «renovación de los servicios existentes: alumbrado, abastecimiento, saneamiento, telecomunicaciones, señalización, mobiliario urbano etc...». Y hasta ahí.

No dice ni una palabra de cómo hay que resolver la cuestión del aparcamiento, que es algo que todos los comerciantes que se atreven a hablar consideran crucial, si bien difieren en cómo hacerlo. El informe técnico que sostiene la contratación del nuevo estudio está elaborado por el mismo departamento que ya trabajó en el proyecto de 2014 y apoyó la selección de la idea ganadora.

Una vez que el PSOE disponga de ese estudio podrá decidir cómo quiere proceder. Lo dicho hasta la fecha es que se plantearían varias ideas -está por ver si es a través de un procedimiento abierto o no- y después se buscaría el consenso vecinal, algo para lo que De la Rosa no descarta hacer una consulta ciudadana cuyas características tampoco ha concretado. En cualquier caso, antes tendrá que buscar apoyo político suficiente para sacar adelante este proyecto, ya que cualquier actuación, por ligera que fuere, requerirá un presupuesto millonario que está por negociar.

Lea en nuestra edición impresa los testimonios de José Manuel González (Castilla Floristería), Mónica Sendino (Grupo Juarreño), Luis Peña (Reyca-C), Virgina Pérez (Mi Casa) y Jesús Santamaría (Dori Peñalva)