Montija potabiliza el agua de once pueblos

A.C.
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El agua de los ríos Cerneja y Remontanillo es apta para consumo, pero da cada vez más problemas de turbidez y microorganismos que precisan de tratamiento

Montija potabilizar el agua de once pueblos

En las once pedanías de la Merindad de Montija que dependen de las captaciones de agua de los ríos Cerneja y Remontanillo (Rupando) es habitual que el agua, aunque es apta para el consumo, salga turbia de los grifos durante las épocas de muchas lluvias, pero este problema cada vez se está reproduciendo en más momentos del año y el equipo de gobierno ha decidido afrontar una fortísima inversión para ponerle solución. El proyecto de construcción de la estación potabilizadora necesaria eleva su coste a 902.614 euros, con IVA, y pese al abultado presupuesto, el alcalde, Florencio Martínez, tiene intención de sacarlo a contratación este año, una vez cuente con todas las autorizaciones y trámites pertinentes.

El pasado octubre, la junta de gobierno local del Ayuntamiento montijano adjudicó la redacción del proyecto a la firma Estudio de Ingeniería Civil y el documento ya está en exposición pública para quienes deseen conocer sus detalles y presentar alegaciones, si lo creen oportuno. El siguiente paso será la contratación de las obras que se sufragarán "íntegramente" gracias a los remanentes (superávit) con que cuentan las arcas municipales. El alcalde ya ha tocado a la puerta de la Administración regional en busca de una ayuda económica y le han dado "buenas perspectivas", pero no le garantizan una ayuda inmediata. "Me tengo que poner a la cola detrás de otros municipios, pero llevamos años con este problema y se está incrementando, por lo que no podemos esperar", aseguró ayer Martínez. "Estoy en la obligación de afrontar las obras este año", añadió.

industrias. Al alcalde le preocupan especialmente la empresa de elaboración de quesos instalada en el polígono industrial y el bar restaurante en proyecto, así como los negocios que puedan llegar en el futuro y precisen agua de la máxima calidad, además de los vecinos y otros establecimientos ya instalados en el municipio. El regidor asegura que el líquido lleva, sobre todo, "materia vegetal", pero cualquier mota oscura en un producto es un problema para un industrial agroalimentario. Últimamente, las limpiezas de depósitos y tuberías se suceden, pero ni aún así se termina el problema, porque el abastecimiento carece de un filtrado de los sedimentos que lleva el agua desde su origen en las captaciones de los dos ríos.

La potabilizadora en proyecto paliará los problemas que se producen en Agüera, Bercedo, Villasante, Quintanilla Sopeña, Loma de Montija, El Ribero, Barcenillas del Ribero, Villalázara, Revilla de Pienza, Barcena de Pienza y Quintanilla de Pienza. Con esta infraestructura se persiguen varios "objetivos fundamentales", según señala el documento que la describe. Uno es "la eliminación de microorganismos del agua de los cauces", otro la "eliminación de sólidos en suspensión", que son vegetales en su mayoría, y, por último, "cumplir con los parámetros de turbidez y microbiológicos". Para ello, se instalará la planta potabilizadora junto a la Nacional 629, en el lugar donde están las dos casetas que reciben el agua de las captaciones camino del puerto de los Tornos. Desde allí el agua continuará su curso, como ahora, al depósito regulador de Agüera, que es el punto de partida para abastecer a Agüera y Bercedo de forma directa y al resto de las poblaciones a través de tres depósitos reguladores más, que también reciben agua de otras captaciones.

En total, los depósitos de las once localidades suman una capacidad de 1.350 metros cúbicos, mientras que la potabilizadora se ha dimensionado para atender una población de 5.000 personas -aunque Montija solo tiene 725 empadronados- y una demanda de consumo de 1.250 m3 diarios. Estos días, el gasto de agua se dispara en la Merindad de Montija, dado que solo las 11 localidades que se abastecen del Cerneja y el Remontanillo suman 2.688 viviendas. En total, el municipio cuenta con 18 pueblos. Este desfase entre viviendas y habitantes hace que el consumo de agua se multiplique, en algunos casos, hasta por seis.