Castilla y León descarta realizar pruebas masivas de control de la covid-19 a los temporeros. El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, aseguró ayer que están aprobadas ya las normas de actuaciones para las recolecciones, en este caso de la vendimia. «Haremos pruebas PCR cuando sea necesario, viendo cómo va evolucionando. Cuando haya datos indiciarios que apunten a un rebrote en el campo se realizarán las pruebas; no de manera generalizada, pero teniendo en cuenta las circunstancias que se vayan produciendo», aclaró en declaraciones recogidas por Ical.
Además, durante su presencia en Cacabelos (León) para asistir a la calificación de la añada 2019 de la Denominación de Origen Bierzo, apeló a la responsabilidad y la seguridad de trabajadores y empresarios. «Tenemos que cuidar al prójimo cuidándonos a nosotros mismos». «Si todos hacemos lo que tenemos que hacer no tiene por qué producirse una incidencia. Vamos a ver cómo evolucionado. Las tendremos que hacer cuando haya datos que permitan presumir que puede haber un problema, un rebrote. Tenemos el dispositivo listo», dijo.
Por su parte, desde las organizaciones agrarias mantienen su petición de mayores medidas de cara principalmente a la campaña de vendimia que se iniciará en las próximas semanas. La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) pidió la realización de test masivos entre las personas trabajadoras temporales agrarias antes de empezar a trabajar en las explotaciones agrarias, de manera que permita garantizar ausencias de positivos en el inicio. Además, precisó que se cuente con sitios concertados, como hoteles y albergues, por «si existe la necesidad de aislar a algún temporero, permitiendo de esta manera que el resto de los trabajadores puedan continuar con el desempeño de su actividad agraria, respetando en todo momento unas medidas específicas de prevención y control para evitar nuevos positivos».
Así se lo trasladaron ayer al delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, en una reunión que mantuvieron para informar, por un lado, de la necesidad de definir agricultor genuino para la nueva PAC, y por otro, comunicar las propuestas de la organización para que se pueda desarrollar, «de manera adecuada y lo más segura posible», el trabajo de los temporeros.