Ha nacido uno de los primeros hijos empresariales de la covid-19 y ha decidido venir al mundo en Castrillo de Murcia, una localidad mundialmente conocida por la fiesta de El Colacho. Sus padres son la pandemia y el teletrabajo, que han alumbrado una startup dedicada al videomárketing para pequeñas empresas y autónomos que han experimentado durante este confinamiento una necesidad que hasta entonces siempre habían creído ajena, la de conectar con sus clientes, presentes y futuros, en las redes sociales

De no haber sido por el coronavirus, posiblemente no existiría esta productora, Little Town creative hub, puesto que sus socios tienen otros itinerarios laborales. Jorge Sancho se dedica a la hostelería y Jordi Hurtado al sector del cine y la publicidad, con el que ha recorrido medio mundo para regresar a Madrid a trabajar. Su nexo de unión es precisamente Castrillo de Murcia, donde también confluye la tercera socia del proyecto, Lucía Alvear.

En esta pedanía de Sasamón han encontrado el entorno perfecto para implantarse, gracias a la colaboración de su alcalde, que ha creído en el proyecto y les ha cedido unos locales municipales que se encontraban vacíos para instalar la sede de Little Town. «El Ayuntamiento es la principal ayuda para que esto nazca, porque nos da cobijo», apostilla Hurtado.

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