¿Se imaginan una manada de perros deambulando en torno a la N-120? Por fortuna solo causaron accidentes de carácter leve, pero los diez galgos sueltos que el pasado día 25 de marzo fueron vistos en las inmediaciones de la carretera de Logroño podían haber provocado una tragedia entre los usuarios de esta vía. En los siniestros que tuvieron lugar, por la noche -en torno a las 22 horas-, no hubo que lamentar heridos entre los ocupantes de los vehículos, pero uno de los animales murió al ser arrollado y otro resultó herido.
Los hechos ocurrieron muy cerca de la capital burgalesa, en Castañares, zona de influencia que atiende la Policía Local. Hasta la base llegó la noticia del suceso, de manera que la sección que se ocupa del cumplimiento de las ordenanzas se puso a trabajar para dar con el propietario de los canes, ante la sospecha que pudiera vivir no muy lejos de la pedanía perteneciente a Burgos.
Las pesquisas que llevaron a cabo los efectivos de la Policía Administrativa dieron sus frutos a las pocas horas y lograron identificar de dónde procedían los perros. De hecho, la misma noche varios agentes se personaron en el lugar, una finca situada en Castañares. Acompañados por la veterinaria municipal, visitaron las instalaciones, un centro de guarda y adiestramiento de galgos que no contaba con los permisos preceptivos. Una de las sanciones que la Policía Local ha tramitado contra su dueño es precisamente por tener abierto un núcleo zoológico sin control alguno.
No es la única infracción detectada, ya que al titular de los animales también se le denuncia por falta de diligencia en la custodia de los diez galgos implicados en los accidentes. Además, ocho de ellos se hallaban sin censar, lo cual contraviene la ordenanza municipal, que por cierto está a punto de modificarse. Entre los cambios que se prevén no figura ninguno que afecte a los núcleos de zoológicos. En este sentido, la nueva normativa lo que sí contempla es la realización de una catalogación exhaustiva en la que se recogerán más razas de perros peligrosos, lo cual facilitará el control de estos animales, la autorización administrativa y las propias intervenciones policiales que pudieran producirse por incumplir los requisitos que se piden a los propietarios.