Los 11 detenidos en Miranda ya habían celebrado más fiestas

R.C.G.
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Algunos niegan la existencia de la crisis sanitaria y opusieron resistencia a la Policía, por lo que se enfrentan a multas severas. Otros se desvinculan del grupo y aseguran que estaban en otro lugar de la lonja

La puerta de la nave había sido reforzada con tablas. - Foto: DB

Once personas han sido detenidas este fin de semana por participar de una fiesta ilegal en una nave del polígono industrial de Bayas en la que se incumplían las medidas sanitarias decretadas por la pandemia. Algunos no era la primera vez que participaban de este tipo de reuniones en las que se supera el número máximo de personas autorizado. Al contrario, eran viejos conocidos de las fuerzas de seguridad, que ya les habían advertido en anteriores ocasiones.

En la madrugada del domingo, los policías detectaron que de nuevo en la nave había actividad, por lo que instaron en reiteradas ocasiones a los presentes a salir para poder identificarles. Sin embargo, los jóvenes hicieron caso omiso a todos los requerimientos, por lo que finalmente los bomberos tuvieron que forzar la puerta, que había sido reforzada con tablas desde el interior. Además, a través de una ventana, los agentes habían comprobado que parte del grupo se encontraba armado con palos y empujaba para que no se pudiera abrir. Los presentes no abandonaron dicha actitud desafiante ni siquiera cuando los policías por fin accedieron al recinto, aportando datos falsos sobre sus nombres.

Varios de los detenidos son negacionistas, personas que no creen que exista una pandemia sino que consideran que el coronavirus forma parte de una conspiración mundial para controlar a la población.  Más de uno se ha estado juntando de forma regular en la nave, obligando a intervenir a la Policía en otras ocasiones durante los últimos meses por incumplir los protocolos sanitarios. Una de las personas se negó incluso a colocarse la mascarilla en el calabozo, poniendo en riesgo a sus compañeros de celda y al personal que tuvo que realizar los trámites en Comisaría.

Entre los detenidos también hay quienes no comparten esa postura negacionista y aseguran que simplemente se encontraban en la lonja arreglando los coches que guardan allí, porque es un recinto cercana al circuito de autocross y que alquilan desde hace mucho tiempo.  «Estaba en el momento equivocado con la gente equivocada», lamenta uno de los jóvenes de este segundo grupo, que afirma que durante la semana había tenido una discusión con uno de los negacionistas por saltarse las normas sanitarias. «Es una nave en la que hay diferentes grupos de amigos. Le dije que no quería que hiciera fiestas porque lo único que podía ocasionar eso eran problemas al resto, y es lo que ha pasado», sostiene.

Aún así, considera que se han sacado algunas cosas de contexto, porque «las once personas no estábamos en contacto directo, ya que la nave tiene 600 metros cuadrados y cada grupo estaba en una punta, por lo que no podíamos contagiarnos». Además, desmiente que fuera una fiesta. «Tenían puesta música, nada más», recalca.

Después de ser conducidos al calabozo y pasar allí unas horas,  los once detenidos fueron puestos a disposición judicial, ya que algunos solicitaron un habeas corpus, procedimiento por el que se reclama comparecer ante el juez para que determine si es legal o no el arresto. Todos han sido puestos en libertad a la espera de juicio y se enfrentan, además de a un delito contra la salud pública, a otro de resistencia grave a la autoridad. Las multas pueden oscilar entre los 600 y los 600.000 euros.

lío en el ambulatorio. Además del grupo de jóvenes, la Policía Local tuvo que intervenir en la tarde del martes en las inmediaciones del ambulatorio, ya que se habían concentrado cerca de 60 personas mayores para ponerse la vacuna de la gripe y no guardaban la distancia de seguridad.
Ante los fallidos intentos del personal sanitario, que trató sin éxito de convencerles de que era necesario que se separarán más en la fila, lo que originó algunas discusiones entre los integrantes de la misma, fue necesario solicitar la presencia de una patrulla para controlar la situación.

(Las declaraciones de uno de los negacionistas, hoy en la edición impresa)