Las dificultades para encontrar aparcamiento se extienden a numerosas zonas de la ciudad pero son más acuciantes en el centro histórico al contar con un importante parque de viviendas sin garajes y por sufrir la presión de los burgaleses que acuden a la zona a trabajar o a disfrutar de sus atractivos y, también, de los turistas.
Esta situación hace que los residentes, especialmente los del Casco Alto, clamen por una regulación del estacionamiento y para que se reserven plazas para los vecinos. Hace un mes el Ayuntamiento elaboró un informe favorable a la implantación de la zona azul (ORA) en el entorno y ahora se ha conocido que se conseguirían hasta 660 plazas reguladas si se pintaran de azul un total de 22 calles. La propuesta es un punto de partida susceptible de ser modificada y solo se implantará tras una consulta vecinal que resulte favorable.

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