El color rojo que indica el riesgo extremo en el mapa de la provincia queda arrinconado y pocos son los municipios que todavía mantienen una incidencia superior a los 250 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días. Solo Villarcayo, Belorado, Salas de los Infantes, Medina de Pomar, Valle de Mena y Pradoluengo se encuentran en esta situación. Estas tres últimas localidades han pasado esta semana a estar en el nivel más alto de riesgo, mientras que las otras tres ya estaban y han conseguido bajar el número de contagios. Salas sigue con la incidencia más alta de toda la provincia, aunque pasando de 1.509 a 1.107, con diez casos nuevos en los últimos siete días.

Numerosos municipios burgaleses han logrado mejorar sus datos y tanto es así que la incidencia total de la provincia ha descendido de 242 a 176. Además, hay que tener en cuenta que los datos de las zonas rurales también se encuentran afectados en esta época del año al ver aumentada notablemente su población.

El descenso se ha notado de forma especial en Oña, que pasa de una incidencia de 1.096 a 199, con solo un caso en la última semana. Villadiego y Melgar de Fernamental dejan atrás el riego muy alto para bajar hasta el medio al no confirmar positivos en los últimos siete días. Igual que Quintanar de la Sierra, que solo ha notificado uno. La mejora se ha percibido también en Espinosa y Merindad de Río Ubierna. En la denominada nueva normalidad, sin casos, continúan el Alfoz de Quintanadueñas, Villagonzalo Pedernales y Roa.