Mamolar reclama el arreglo de su infame carretera

B.A.
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Han elevado su petición en varias ocasiones a la Diputación. Preocupa el estado del firme, principalmente en la travesía de la localidad, pero más el tránsito de vehículos largos y los destrozos que generan en algunas viviendas

En primer término la fachada más golpeada por los camiones, que al abrirse para dar esa curva chocan contra ella. Las otras viviendas de la imagen también están afectadas, igual que el firme, destrozado. - Foto: F2Estudio

No saben ya qué hacer para que les tengan en cuenta y tomen medidas. Han elevado en varias ocasiones a la Diputación sus quejas y su preocupación, tanto por el estado que presenta la carretera de acceso al pueblo como por el peligro y destrozos que provoca el paso de vehículos pesados y largos por la travesía, pero no hay respuesta efectiva. Mientras, siguen aumentando los más que baches que presenta la vía que une la localidad con Pinilla de los Barruecos (la BU-V-9216), la principal entrada al pueblo, y que obligan al conductor a intentar esquivarlos continuamente si no quiere tener un susto. Y como tampoco se ha limitado el paso de vehículos de gran tonelaje y longitud, el firme de la travesía por el pueblo se parece más a una del tercer mundo que a una del siglo XXI. A todo ello hay que sumar que la localidad tiene en su casco urbano una curva cerrada, difícil de superar por vehículos largos, lo que ha motivado que algunos a su paso hayan provocado roturas en canalones, aceras, esquinas de las viviendas y destrozado dos balcones.

Esta carretera presenta mal estado hasta que enlaza con la BU-925, la conocida como carretera del Cerro. El tramo comprendido entre Mamolar y ese cruce fue reparado íntegramente hace unos cuatro años. «El trazado está bien, pero el firme tiene muchos baches a pesar de ser nueva. Yo lo he reclamado en la Diputación y me han dicho que el terreno falla y por eso se está deteriorando. Que lo hubieran estudiado bien y hubieran hecho la obra en función de las necesidades del suelo», explica Silverio Lacalle, un usuario habitual de la vía que ya ha exigido a la Diputación en varias ocasiones que la declaren como urgente y procedan a su arreglo inmediato . «Y no voy a parar hasta que no la reparen en su totalidad, de Pinilla a Huerta. Es un peligro, es una dejadez total de la administración, y si hace falta montaré una manifestación», confiesa.

El paso de vehículos pesados y largos es la principal causa del deterioro de esta carretera competencia de la Diputación. La mayoría de ellos transitan por la misma para acceder a la fábrica Maderas Hijos de Tomás Martín y Burpellet, en Doña Santos, a pesar de que la propia empresa informa a los conductores a través de un cartel que hay en sus oficinas que deben de llegar hasta las instalaciones por la carretera del Cerro y ya cerca de Huerta coger esta vía hasta Pinarejos para llegar a Doña Santos. «Dice explícitamente que si se enteran de que llegamos por Mamolar, no se descargará o cargará. Todos los que trabajamos allí sabemos que la orden es no pasar por este pueblo», reconoce uno de los camioneros que habitualmente carga y descarga allí. Lo que también sucede, como asegura el profesional, es que algunos compañeros acuden  de forma ocasional, sin saber por donde se accede. «Y cuando buscan en el GPS les indica la ruta por Mamolar al ser la más corta».

promesas incumplidas. Al parecer, según cuenta Silverio Lacalle y el alcalde de Mamolar, Isidro Bartolomé, la Diputación ya ha comenzado los trámites para colocar señales que prohíban por esa carretera el paso de vehículos largos, aunque no saben cuando se van a instalar. «De momento siguen pasando camiones. La mayoría son conductores nuevos, pero hay algunos que a pesar de saberlo siguen pasando. A uno le dije que no tenía que pasar y me contestó que hasta que no lo prohiban iba a seguir haciéndolo y a otro le hice darse la vuelta», relata el alcalde.

Isidro Bartolomé asegura que ha mareado a todo el mundo. «He hecho venir aquí a los ingenieros al menos cuatro veces. La última vez que estuvieron, antes de Semana Santa y entre ellos el nuevo jefe de Obras y Vías, dijeron que iban a bachear la travesía y la carretera y a hacer un estudio, y de momento no ha venido nadie», lamenta el regidor, que afirma que van a esperar un poco, a ver si colocan esa señalización y vienen a reparar los agujeros de la vía, especialmente grandes y profundos en la entrada a Mamolar, y que sino, seguirán reclamando ante la Diputación. «Estamos hartos de pedir una solución, pero insistiremos», advierte el alcalde, que afirma que hace más de un mes pidió cita a César Rico para abordar este asunto pero que aún no ha obtenido respuesta.

Si estuviera en su poder, el Ayuntamiento de Mamolar ya hubiera buscado soluciones, pero están atados de pies y manos. «Hemos querido poner unos bolardos para proteger las casas, pero no nos han dejado. Son un poco como el perro del Hortelano respecto a la competencia del tramo de la travesía. Si es de ellos, que hagan algo ya y sino, que nos dejen gestionarlo a nosotros», pide el alcalde. De hecho, desde el Ayuntamiento ya habían llegado a un acuerdo verbal con un vecino, con el dueño de la casa de  la curva (la de ventanas verdes en la imagen), para hacer una permuta y ofrecerle un terreno a cambio de la vivienda. «A falta de los último flecos la operación no ha salido. Sin esa casa, esa curva ya no hubiera sido tan complicada».

Pero no solo la travesía es peligrosa, sino toda la carretera llena de baches, que además de algún camión (reconocen que el tráfico de estos ha disminuido pero siguen pasando) es transitada por bastantes coches, que entre otros lugares, también van a esta fábrica. «Tanto hablar de la España vaciada y no son capaces de mantener unos servicios mínimos. Se supone que es la administración cercana, la que tiene que dar solución a nuestros problemas y no nos hacen ni caso», comenta Silverio Lacalle, que recuerda el problema que supone tener una carretera en ese estado. «Los que la conocemos vamos con cuidado, pero es un gran peligro para el que pasa por primera vez».