Ángel Ruiz no admite pero tampoco niega el triple crimen

I.E.
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En las conversaciones informales mantenidas con él durante los registros de estos días no ha hecho ninguna confesión ni aportado pruebas sobre el caso pero no se ha cerrado en banda a hablar

Ángel Ruiz hace indicaciones a los investigadores frente a uno de los inmuebles de su propiedad que fue registrado ayer. - Foto: Jesús J. Matías

Ayer fue el tercer y último día de registros en las propiedades de Ángel Ruiz, el sospechoso del triple crimen de la calle Jesús María Ordoño del año 2004, en el que murieron apuñalados Salvador Barrio; su esposa, Julia Dos Ramos, y el hijo menor del matrimonio, Álvaro. De todos los enseres y basura que ha sacado la Policía Nacional de tres inmuebles del barrio de abajo de La Parte de Bureba son pocos los efectos que pueden servir a la investigación, algunas prendas de ropa y hojas de arma blanca que tendrán que ser analizadas por los expertos de la Comisaría General de Policía Científica (Madrid) para determinar si tienen relación con el triple asesinato, pero este trámite tardará semanas en completarse. Si en esas camisetas manchadas y cuchillos aparece algún resto biológico (por ejemplo, sangre de las víctimas) que vincule a Angelillo con los hechos el caso estará prácticamente resuelto, pero los investigadores no lanzan las campanas al vuelo en este sentido. Y es que resultaría muy extraño que conservara en su poder cualquier objeto que lo incrimine por aquellos hechos, pero tampoco es descartable.

¿Por qué? Para empezar, porque el síndrome de Diógenes que sufre le impide desprenderse de cualquier cosa, tanto de su propiedad como de aquellas que se encuentra o directamente roba.

Y para terminar, está el precedente del crimen de su vecina Rosalía Martínez -por el que cumple 18 años de prisión-, tras el cual no se deshizo del arma homicida, un Peugeot 205 que sustrajo en Vileña poco antes de los hechos. Lo escondió en un garaje del pueblo, cuyo dueño tardó un año en darse cuenta de que esta allí. Así que habrá que esperar a los resultados de las pruebas forenses.

(Más información y fotografías, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)