El asesino huyó, pero volvió al creer que su hermano vivía

I. ELICES
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La Policía detiene al dueño de la tienda de la calle Progreso donde se inició la discusión, pues ocultó el cuchillo en la caja del vehículo de Semat y cerró el local para encubrir el homicidio

Aleksandar Genadiev Naidenov, asesinado el domingo por la noche por su hermano en la calle Progreso.

El comercio Alimentación del Este cambió de propietario a principios de enero y desde esa fecha sus vecinos de la calle Progreso han percibido que «hay más jaleo, sobre todo por las noches», cuando el local permanece abierto como lugar de reunión de vecinos de la comunidad búlgara. En muchas ocasiones esos encuentros derivan en juergas en las que el consumo de alcohol sin medida desata las lenguas y se dan inicio a discusiones como la que tuvo lugar el domingo por la noche entre dos hermanos y que terminó con la muerte del mayor, Aleksandar Genadiev Naidenov, por las cuchilladas -tres, en concreto- que le asestó Oleg N.P.

Todo indica, según las primeras investigaciones, que la disputa entre ambos se inició en el interior del establecimiento, sobre las 22,30 horas del domingo. El altercado verbal se volvió cada vez más violento y se trasladó a la calle, donde Oleg sacó un cuchillo de tamaño mediano -casi como un estilete- y se lo clavó a su hermano en el abdomen, por dos veces, y en el pecho, muy cerca del corazón, una cuchillada certera que fue seguramente la que le causó la muerte.

La primera reacción del homicida fue huir del lugar a toda prisa dejando a su hermano tendido en la acera, pero después debió recapacitar y volvió al creer que Aleksandar podía estar vivo, según la versión que ahora manejan los investigadores. A su regreso ya se hallaban allí varios agentes de la Policía Local, que fueron los primeros en llegar al número 7 de la calle Progreso, ya que el aviso que lanzó el 112 fue por un incidente sanitario en la vía pública, nada decía de que se había producido una agresión con arma blanca. Los policías, nada más verle, le detuvieron por su implicación en los hechos.

Oleg N.P. no ha confesado aún el crimen, pero todas las pruebas y testimonios que por ahora maneja la Policía Nacional apuntan a él. La Brigada de Policía Judicial ha acabado por arrestar también al dueño del establecimiento de alimentación, sobre quien pesan cargos por encubrimiento. No es que en un principio no reconociera que los hechos se habían iniciado en su local sino que fue el responsable de la ocultación de la prueba principal del crimen, el cuchillo con el que el homicida mató a su hermano. Sí, fue él quien se lo quedó y se dirigió hacia la calle San Pablo, donde acabó arrojando el arma blanca al interior de la minicaja de un vehículo de limpieza de Semat estacionado un poco antes de llegar a Deportes Manzanedo. La Policía dio con ella el domingo por la noche (más bien ya en la madrugada del lunes). El dueño del local cerró después con llave el establecimiento y se marchó, aunque no tardaría en volver al ser requerido por la Comisaría. En un principio negó que la disputa hubiera comenzado en su negocio e incluso aseguró a los agentes que no conocía a los hermanos. Poco después claudicó y admitió que el origen del homicidio sí estuvo en una discusión iniciada en su tienda. 

Está previsto que Oleg N.P. pase hoy mismo a disposición del Juzgado de Guardia, que habrá de decidir si ingresa en prisión provisional. Todavía no está claro si el dueño de la tienda comparecerá ante el juez.

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