Cuando se deja en manos de la suerte el devenir de una feria como San Isidro, puede que el azar sea tan burlón que acabe por juntar a la mayor figura del panorama con la ganadería, a priori, menos apetecible para el peruano. Una conjugación que difícilmente se pueda dar de otra forma y que el destino quiso formar ayer tras el sorteo de 10 puestos en los carteles del festejo de la próxima primavera madrileña, que tuvo como protagonistas a Andrés Roca Rey y a los toros de Adolfo Martín. 

El inédito sorteo propuesto por el empresario de Las Ventas, Simón Casas, consistía en empararejar 10 ganaderías de primera línea a otros tantos toreros, alistados voluntariamente, la mayoría grandes nombres que suman en su conjunto 25 salidas a hombros del coso capitalino.

La primera bola fue la de Roca Rey, que quedó unido a la divisa de Adolfo Martín. Enrique Ponce matará la de Juan Pedro Domecq; Diego Urdiales y Paco Ureña, las de Alcurrucén -que concurría por partida doble-; Antonio Ferrera, la de Puerto de San Lorenzo; Sebastián Castella, la de Jandilla, Miguel Ángel Perera, la de Fuente Ymbro; López Simón, la de Parladé; Ginés Marín, la de Montalvo; y Álvaro Lorenzo, la de Garcigrande.

Estos carteles, incompletos y que aún no tienen fecha asignada, se rematarán, según los criterios de la empresa Plaza 1, con algunos de los mismos toreros que han entrado en el sorteo, con espadas «emergentes» o que confirmen alternativa, así como con diestros habituales de las corridas «duras» u otros que tengan «legitimidad» para entrar en una feria cuyos carteles se presentarán el próximo 22 de marzo.

La nota más llamativa fue la ausencia de toreros como El Juli, Morante de la Puebla y José María Manzanares, que no consideraron conveniente para su categoría profesional entrar en este sorteo.